El primer punto que debemos entender al querer incursionar en los mercados bursátiles es el término de una acción, porque eso es lo que terminaremos comprando y vendiendo. Una acción es un certificado que avala que eres dueño de un porcentaje de la compañía.
Así es, cuando compras acciones en el mercado pasas a tener posición de una fracción de la empresa en la que te encuentras invirtiendo, es por eso que te conviene ver a la empresa crecer y desempeñarse correctamente, porque esto se va a traducir en más dinero en tu cartera.
Existen dos tipos de acciones, las comunes y las preferentes. En las acciones comunes tienes la posibilidad de ejercer tu derecho a votar, normalmente este tipo de acciones son las que verás en el mercado accionario. Las acciones preferentes no tienen derecho a voto, sin embargo, suelen tener mayor recompensa en el tema de pago de dividendos.
¿Dónde y cómo se utiliza?
Como lo hemos mencionado anteriormente, este término se utiliza en el mercado bursátil, derivado a que es uno de los principales objetos que se comercializan.
Existen dos formas en las que puedes obtener ganancias al comprar acciones:
- Esperar a que suba el precio de la acción es la clásica forma en la que podrías obtener ganancias sobre tu inversión. Esto sucede cuando las acciones tienen mayor demanda por las expectativas prometedoras de su desempeño y crecimientoPuede que su efecto de crecimiento no se vea al instante, sino con el paso del tiempo.
- La otra forma de obtener ganancias por comprar acciones es a través de su pago de dividendos. Cuando las empresas tienen utilidades al final de cierto tiempo, ese excedente de efectivo derivado de las ganancias pueden utilizarlo para hacer inversiones y continuar con su crecimiento en la compañía o pueden realizar pago de dividendos, ofreciéndole a sus accionistas una fracción correspondiente de dichas ganancias. El pago de dividendos va a depender mucho de las políticas de la empresa, no es obligatorio que te paguen periódicamente un dividendo, sin embargo, hay compañías que ofrecen compensaciones periódicas para consentir a sus inversionistas.
Ejemplo
Veamos con un pequeño ejemplo sin considerar comisiones para simplificar el ejercicio:
Supongamos que hemos decidido comprar tres acciones para comenzar nuestra aventura en los mercados bursátiles. Primero nos decidimos por 100 acciones de “A” adquiriéndola a un precio de entrada de $25.00. posteriormente fuimos por 20 acciones de la empresa “B” a un precio de entrada de $155.00 y finalmente compramos 100 acciones de la empresa “C” a un precio de $14.00. Después de un año decidimos venderlas y encontramos con un precio de salida de $32.00 a las acciones de “A” de $155.00 a las acciones de “B” y de $17.00 a las acciones de “C”.
Al sacar nuestras cuentas, podemos observar que las acciones de la empresa “A” y la empresa “C” mostraron un buen desempeño ofreciéndonos ganancias y que únicamente la empresa “B” presentó una contracción en su precio. Obteniendo de esta forma una ganancia final sin considerar comisiones de $860 pesos.
En la siguiente tabla y gráfica podrás ver un poco más de detalles del ejemplo.
Como observamos en el ejemplo, habrá ocasiones en la que nos veamos favorecidos con rendimientos y en otras ocasiones nos tocará absorber pérdidas, pero no es para desmotivarte, lo importante es que al final se obtengan mayores victorias que contracciones. Con esta información ya puedes comenzar a tener una idea general de cómo funcionan las acciones y la manera en la que te podrían hacer ganar dinero al invertir en ellas.
Aprende más en:
Para conocer más sobre cómo funcionan las acciones y porque se utilizan en una estrategia de inversión, te recomendamos el artículo de ‘Tres criterios para elegir acciones’.