Hablar de libertad es sin duda hablar de tranquilidad, de capacidad de decisión, de autosuficiencia y de calidad de vida. Ligar ese concepto a nuestras finanzas, sin importar qué tipo de ingresos tengas, es más sencillo cuando se cuenta con la educación y disciplina necesarias. Es por ello que hay que comenzar por aclarar muchas definiciones antes de poner manos a la obra para hacer realidad la tan anhelada libertad financiera.

¿Qué es la libertad financiera?

Comencemos por hablar del concepto de libertad financiera. Se trata de un estado de satisfacción al que se llega cuando tus ingresos pasivos pueden cubrir tus gastos y no dependes de un salario para vivir cómodo, con seguridad financiera, y, por ende, con mayor libertad.

Consiste en conseguir fuentes de ingresos que no dependan de tu presencia física, que se encargan por sí mismas de su multiplicación. Robert Kiyosaki lo definió de manera precisa en su libro Padre rico, padre pobre con la frase: ‘hacer que el dinero trabaje para ti’.

¿Cuáles pueden ser esos ingresos pasivos?

Por ejemplo, los escritores como Kiyosaki, o quienes hayan sido designados como beneficiarios ante la falta del autor, reciben los ingresos que les corresponden como derechos por la venta de sus obras. Otro ejemplo es recibir ingresos recurrentes a través de páginas de Internet, gracias a suscripciones o publicidad.

En otros casos, se trata de las rentas que reciben periódicamente quienes alquilan inmuebles. Pero si no cuentas con ninguna de estas alternativas, todavía tienes otra opción para lograr el estilo de vida que quieres, una opción que puede incluso resultar mejor: los intereses y dividendos procedentes de las inversiones.

Primeros pasos hacia la libertad financiera

Una vez que hemos identificado qué es y cómo se llega a la libertad financiera, debemos plantearnos cuáles son los pasos iniciales para llegar hasta ella. Pero antes, es importante precisar algunos de los conceptos que debemos tener claros en este camino.

• Los ingresos activos son aquellos en los que inviertes conocimiento, esfuerzo y tiempo para ganar dinero (el trabajo o negocio que tengas son algunos ejemplos de ingresos pasivos). 
• Los pasivos son los que obtienes sin usar tu tiempo o mucho esfuerzo (como lo que ya mencionamos, derechos de autor por ejemplo). 
• Gastos necesarios son aquellos que haces para satisfacer necesidades básicas. 
• Los extraordinarios, por otro lado, surgen por cualquier situación imprevista, como una enfermedad. 
• Los gastos innecesarios son de los cuales no obtendrás un gran beneficio y, por ende, de los que podrías prescindir.

Ahora que tenemos claros estos conceptos, podremos usarlos dentro de la relación que tenemos con nuestro dinero.

El primer paso que tenemos que dar para comenzar con este proceso es evaluar cuáles son nuestros ingresos y egresos, y crear un presupuesto personal, que contemple apartar un porcentaje del salario para empezar a edificar la libertad financiera.

¿Cómo lograr esto? Realizando un control de gastos más riguroso, reduciendo los gastos innecesarios o gastos hormiga; gastos que a pesar de ser pequeños a largo plazo pueden representar la pérdida de una gran cantidad de dinero; esto implica tener absoluto control del uso que haces de tus tarjetas de crédito.

También funciona buscar nuevas fuentes de ingresos a las que puedas acceder en tu tiempo libre, e ir reservando una parte de este dinero, tanto para hacer un fondo de emergencia, como para destinarlo a la construcción de la ansiada libertad.

Estrategias para alcanzar la libertad financiera

Con disciplina y constancia es posible diversificar tus ingresos, sobre todo si has conseguido controlar tus gastos.

Aprende constantemente

Como mencionamos anteriormente, la información es poder, y esta máxima aplica también para el mundo de los servicios financieros. Así que no podrás analizar todas tus opciones sin conocerlas a la perfección de inicio. 

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 Reinvierte

¿Ya invertiste? Pues sigue en ese camino para que la constancia te conduzca hacia la independencia financiera. Recuerda que generar ingresos pasivos es cuestión de tiempo.

Finalmente, considera que la libertad financiera requiere de educación, además de mucha constancia. Te permite tener tiempo para ti, para tus seres queridos y para pensar en nuevas inversiones que te proporcionarán más dinero extra, todo sin preocuparte por las cuentas.