Determinar los flujos que una empresa logrará generar en el futuro pareciera un acto de adivinación. ¿Cómo saber cuánto va a vender esta empresa en 10 años, un año, mañana? Es complicado, ahora incorporemos costos, gastos, intereses, impuestos, políticas de dividendos…
Ahora bien, si a cada paso que damos identificamos supuestos lógicos, podemos errar, pero dentro de un marco de pensamiento ordenado, y regresar sobre nuestros pasos para ajustar nuestro modelo.
A medida que las empresas tienen más historia, y logran estabilidad en sus flujos se vuelven más predecibles, y en ocasiones la labor es menos compleja. Es con las empresas nuevas donde crecer 30 o 300 veces es posible, y los resultados considerablemente distintos.
En tu análisis buscarás poder proyectar direccionalmente elementos desde las ventas, hasta el EBITDA de la empresa, intentando identificar necesidades de financiamiento, niveles de apalancamiento y puntos de inflexión en los resultados.