En la primera entrega del curso vimos que existen herramientas poderosas para poder estandarizar criterios, medir eficiencias, mejoras y comparar distintas empresas, llamadas Razones Financieras.
Dentro de las categorías que repasamos se encuentran razones de: rentabilidad, manejo de activos, apalancamiento y retorno sobre inversión.
Estas razones financieras, son producto de utilizar distintas cuentas de los diferentes estados financieros de una empresa, y que nos puedan dar información útil y fácil de interpretar.
Es más sencillo entender que una empresa tiene cuentas por cobrar equivalentes a 56 días de sus ventas, que contextualizar si MX$7.4 millones en cuentas por cobrar es algo bueno o malo.
El uso de las razones financieras puede ser para comparar la evolución en el desempeño de una empresa, ej. Cómo ha mejorado su margen operativo, sus días de inventario o su retorno sobre activos.
Por otro lado, podemos utilizar las razones financieras, para determinar qué empresas tienen un mejor manejo de su capital de trabajo o apalancamiento.
Es importante recordar que la segmentación por sectores, o industrias, ayuda a hacer comparativas más justas. El ciclo de conversión de efectivo de una empresa comercial es diferente al de una constructora, por ejemplo. El nivel de apalancamiento con el que opera un banco diferirá altamente del observado en una minera. De igual forma el margen neto que registra una embotelladora no es necesariamente comparable con el de una concesionaria.
Hasta el momento hemos utilizado métricas genéricas que podemos observar en cualquier estado financiero, sin embargo, existen otras razones financieras que suelen ser más específicas, a continuación, mencionaremos algunas.