¿Cuál es el objetivo de las finanzas personales?
La educación financiera es un tema vital para el presente y para un mejor futuro, por eso es que las finanzas son importantes en tu vida. No importa en el momento en el que estés; entre más pronto tus finanzas personales sean sanas, podrás disfrutar de tus objetivos financieros y personales.
Si bien, podría parecer abrumador entre el ahorro, la evaluación de tus finanzas, liquidar deudas y lograr una inversión para tu futuro, con esta guía, te llevamos paso a paso para que alcances la organización de tu dinero.
¿Cómo evaluar mis finanzas personales?
Para poder evaluar tus finanzas personales, primero deberás identificar algunos puntos que te darán un panorama general, ver en qué momento te encuentras y después, puedas analizar cada uno con mayor detalle.
¿Cómo las deudas afectan tus finanzas?
Es importante que revises con honestidad cuáles son tus deudas, no se trata solamente si tienes una hipoteca, un crédito automotriz o deudas en tu tarjeta de crédito.
Si no manejas nada de esto o eres joven, probablemente tengas alguna que otra deuda con tus padres. Es importante que la incluyas, es muy común que, en esta etapa, sean ellos quienes te ayuden para poder comprar algo con mayor facilidad.
Haz una lista detallada del monto de cada una de tus deudas y la periodicidad con la que tienes que realizar los pagos. Toma como referencia el pago que más te convenga; recuerda que, si solo pagas el monto mínimo, estarás prácticamente depositando para cubrir los intereses.
Una vez que llegues al total, deberás tener la cantidad presente para el momento de revisar tus ingresos fijos. Si tu deuda está por encima del 30% de tus ingresos totales, definitivamente es un foco rojo porque todavía faltaría agregarle tus gastos mensuales.
En caso de que no tengas alguna deuda, pero estés considerando tomar algún préstamo para cubrir una necesidad, o bien, utilizar tu tarjeta de crédito, lo más recomendable es que revises tu capacidad de endeudamiento.
Esto te permitirá saber hasta qué punto tu cartera puede soportar una deuda y que puedas liquidarla sin ningún problema.
Como veíamos anteriormente, las deudas no deben exceder el 30% de tus ingresos. Es decir, si ganas $10,000 al mes, y necesitas un préstamo por alguna cantidad, pero tendrás que pagar $5,000 al mes, definitivamente esto no es saludable para tus finanzas; porque además de este gasto, deberás sumarle tus gastos recurrentes y básicos como la alimentación, renta, entre otros. Lo anterior solo representa el porcentaje de la deuda; pero no tu capacidad de endeudamiento.
Para conocer hasta qué punto puedes sobrellevar una deuda, o en otras palabras, tu capacidad de endeudamiento, existe una fórmula que te dará la respuesta.
Capacidad de deuda= (Ingresos totales mensuales – Gastos fijos mensuales) x 0.35
Retormaremos los $10,000 como tus ingresos totales mensuales y supongamos que al mes tus gastos son $6,000.
Capacidad de deuda= (10,000 – 6,000) x 0.35 el total es 1,400.
Deberás tomar ese monto como el máximo que puedes pagar al mes si es que llegaras a adquirir una deuda.
Sin embargo, en caso de que tomes esos $1,400 para una deuda, no estarás considerando ningún monto para el ahorro. Como te hemos mencionado, es importante para tu futuro, entonces, para lograr ahorrar aún con una deuda, agrégalo por ahora en el total de tus gastos como un monto fijo para ahorrar cada mes y vuelve a hacer el ejercicio. Así además de tus gastos, destinas dinero al ahorro y sabes con cuánto puedes contar si es necesario que te endeudes.
Revisa la liquidez de tu dinero
Imagina que tienes tus finanzas personales en orden, tu fondo de emergencias cumple con el porcentaje que debería, pero cuando necesitas utilizarlo no está disponible por algún motivo. A esto se refiere la liquidez de tu dinero.
Recuerda que tu fondo de emergencias tiene la característica principal de cubrir entre 3 o 6 meses de tu sueldo y tener liquidez casi inmediata.
Por otro lado, si tu ahorro está completamente líquido, es decir, disponible para ti pero está al alcance, ya sea en una cuenta de banco o en una alcancía; lo más probable es que lo gastes en cualquier otra cosa.
La mejor práctica de tu ahorro es que esté generando rendimientos para ti. Una buena opción es depositarlo en tu cuenta de Smart Cash, en la que te estará generando rendimientos de manera diaria, tendrás disponibilidad de tu dinero de manera diaria* y evitarás gastarlo.
Verifica tu ahorro
Si aún no has construido tu ahorro, es momento de empezar a hacerlo. Es de los primeros pasos que te ayudarán a alcanzar tus metas. Existen distintos métodos de ahorro y puedes construirlo aún con deudas. Te recomendamos la guía ¿Cómo empezar a ahorrar? Para empezar a poner orden en estos primeros pasos.
Por el contrario, si ya tienes un ahorro fijo, pregúntate si tienes una meta para la que está destinado.
Revisa tus gastos
Realiza una lista de todos los gastos que tienes, incluye tus deudas aquí ya con la lista que realizaste previamente. Te recomendamos hacer una distinción entre los gastos recurrentes y los eventuales.
Los gastos recurrentes son aquellos que son indispensables como el pago de la renta, comida, transporte, entre otros.
Para este ejercicio sobre la evaluación de tus finanzas personales; incluiremos aquellos gastos que no son necesarios, es decir los eventuales, solo para conocer en qué se va tu dinero. Anota las compras más recurrentes que tengas al mes como snacks, café, transporte. El ejercicio cambia un poco cuando se trata de armar un presupuesto.
Identifica todos tus ingresos
En tu lista pon aquellas fuentes de ingreso fijas como tu sueldo o bien, puedes incluir también si recibes alguna mesada. Si tienes algún ingreso extra pero no fijo, como la venta de un producto o trabajas de manera freelance, lo recomendable es agregar un monto aproximado.
¿Cuánto ahorrar y cuánto gastar para tener mis finanzas en orden?
La idea es primero revisar el total de lo que ganas al mes y compararlo con los gastos totales que tienes. Identifica qué porcentaje te queda disponible.
Retomando la cuenta total de tus deudas ahora súmalo a tu lista de gastos para que tengas el total, ya que las deudas debes tomarlas como un gasto fijo para pagarlas a tiempo, de lo contrario, los intereses la harán mucho más grande.
Lo ideal es lo que menciona la regla 50/20/30, el 50% es lo que deberían representar los gastos totales ya contando tus deudas. El 30% a gastos recurrentes, es decir alguna salida al cine, restaurante especial, teatro, etc. Y por último el 20% deberás destinarlo al ahorro.
Sin embargo, cada cartera es diferente y la lista de gastos e ingresos también. Por eso, esta regla se puede ajustar, habrá quien prefiera ahorrar el 30% y solo destinar el 20% a gastos recurrentes, lo más importante es que los gastos no rebasen el 50%.
¿Qué es un ingreso activo?
Si quieres entender todavía más el comportamiento de las finanzas personales, existen 2 términos necesarios para tu presupuesto.
Los ingresos activos son aquellos en los que necesitas emplear tu tiempo y esfuerzo para obtener un ingreso, como el trabajo diario. Es cierto que, si no se trabaja, no hay dinero, por ejemplo:
Trabajas de lunes a viernes en un periódico y cada quincena recibes un sueldo, éste es un ingreso activo.
Si tienes un negocio en el que tu atiendes, diriges o gestionas o bien, eres freelance, también es un ingreso activo.
Las propinas o bonos en tu empleo también serían un ingreso activo.
¿Qué es un ingreso pasivo?
Un ingreso pasivo es aquel con el que puedes obtener ingresos de forma constante y automática sin que se requiera algo más en tiempo, dinero o actividad.
Un ejemplo es la renta por un bien inmueble ya sea de algún departamento, un local o un automóvil.
Por eso es importante buscar que además de tu ingreso activo, tengas suficientes pasivos que te generen dinero, es la forma en la que puedes alcanzar tu libertad financiera y lograr tus objetivos.
Imagínate que tienes un monto ahorrado, y estás decidiendo entre abrir un restaurante, en el que tu tendrías que gestionar a los empleados, revisar facturas, pagar sueldos, etc., aunque propiamente no estés realizando el trabajo de cocinar o atender, es un ingreso activo porque te tomará tiempo y esfuerzo llevarlo adelante.
Ahora piensa que tomas ese dinero y en lugar de abrir el restaurante, compras el local comercial y lo rentas a un restaurante o cualquier otro negocio. Aquí no habría un esfuerzo de por medio y estarías recibiendo el dinero proveniente de la renta cada mes. Así sería un ingreso pasivo.
Por otro lado, si eres socio y tú eres quien pone el dinero para el restaurante y alguien más lo gestiona para ti y recibes las ganancias cada mes, entonces sí sería un ingreso pasivo, porque podrías hacer cualquier otra actividad sin dejar de recibirlo.
Otro buen ejemplo de los ingresos pasivos son las inversiones. Si tu dinero en lugar de dejarlo en la alcancía lo inviertes en algún instrumento, trabajará para ti y generarás rendimientos a futuro.
¿Por qué hacer un presupuesto?
Probablemente creas que tienes todo bajo control y que no es necesario hacer un presupuesto, pero la realidad es que te dará mucha guía para controlar tus ingresos; además hará más fácil que el ahorro llegue a tu vida de manera constante.
Ya que tienes los datos como ingresos y gastos, para que nada sea un desorden, deberás crear tu presupuesto. Esto te ayudará a definir con mucho más detalle cuánto y en qué puedes gastar al mes, Por ejemplo, el dinero que destinarás a las compras en el supermercado, comida o transporte, incluso aquí podrías destinar un pequeño monto a gustos personales.
Te recomendamos el ebook: Pon en orden tu dinero: Cómo hacer un presupuesto, en el que te compartimos un ejercicio con todo lo que necesitas para que puedas crear tu propio presupuesto.
¿Por qué los créditos son importantes en las finanzas?
Hay algunos mitos alrededor de una buena salud en las finanzas personales y los créditos. Sin embargo, muchas veces, en alguna de las etapas financieras es necesario recurrir a algún crédito, esto no significa que tu cartera esté arruinada; la clave es saber administrarse.
Existen diferentes tipos de créditos que van desde tu tarjeta de crédito hasta adquirir un crédito para comprar tu casa.
Antes de adquirir uno, hay puntos importantes que tienes que revisar, por ejemplo, para qué lo necesitas, evaluar las tasas de interés entre las diferentes instituciones que te lo ofrecen, tu capacidad de endeudamiento y el tiempo en el que tendrás que liquidarlo.
Una vez que analices para qué vas a adquirir tu crédito, revisa si es necesario que lo tomes. Hay algunas personas que adquieren una deuda para pagar alguna emergencia, por eso es importante contar con un fondo para emergencias. Esto evitará que te endeudes, porque fácilmente se puede convertir en una gran bola de nieve.
Seguros
Existen distintos tipos de seguros, pero básicamente se refiere a que una institución te dará una póliza, en el que pagas una cantidad o prima, por un tiempo determinado; y si durante este tiempo sufres alguna eventualidad, te ayudarán con la cobertura de los gastos dependiendo de las condiciones que se hayan pactado con anterioridad.
Tiene una vigencia, los montos varían dependiendo de los beneficios que necesites. Pueden existir pólizas para asegurar un bien material como un auto, una casa o pueden funcionar para asegurar una persona, como es el caso de un seguro de vida.
Por ejemplo, un seguro automovilístico. Antes de firmar la póliza, eliges el tipo de seguro y cobertura que necesitas, de esto dependerá el monto que deberás pagar, que puede ser de forma mensual. En caso de que tengas un accidente, el seguro te ayudará con los gastos si la eventualidad cubre este aspecto. Ésta es su función, aminorar o eliminar el gasto en el momento en que lo requieres.
Existen dudas alrededor de los seguros y su relación con unas finanzas personales saludables. Es importante entender que no se trata de una deuda o un crédito, porque su funcionamiento es distinto, pro deberás considerar el monto mensual que deberás pagar.
Regresando al ejemplo del seguro automotriz, por regulación es obligatorio; deberás considerar este gasto en caso de que quieras comprar un auto. Por otro lado, si deseas adquirir un seguro de vida o médico, pueden amortizar la necesidad de un gasto mayor en algún momento complicado. Esto también te ayuda con tu bienestar emocional, al no tener que estar preocupado por cubrir estos gastos.
Un seguro médico repercutirá directamente en tu ayuda económica en caso de que lo utilices y si las condiciones cubren el evento. Si se trata de un seguro de vida, en caso de que te sucediera alguna eventualidad, repercutiría en la tranquilidad económica de tu familia o de tu beneficiario.
Por eso es importante que evalúes los beneficios que pueden traerte a tus finanzas y a tu vida,
Gastos hormiga que arruinan tu cartera
Estos gastos hormiga en muchas ocasiones son los culpables de que tus finanzas personales no mejoren. Se tratan de aquellos gastos de los que no estás consciente y que poco a poco van drenando tu cartera; esa es su característica principal, ser gastos que no te das cuenta que estás haciendo.
Son muy comunes y lo mejor para identificarlos es regresando a tu lista de gastos en el que coloques aparte, aquellas compras que realices de manera frecuente. Por ejemplo, el café de todas tus mañanas antes de ir a la oficina, la comida diaria en el restaurante, snacks o frituras.
Actualmente se puede hablar de los nuevos gastos hormiga, que son aquellos que con las nuevas tecnologías o servicios vas adquiriendo, por ejemplo, el servicio de transporte privado o apps de envíos. Si quieres conocer más acerca de estos nuevos gastos hormiga.
Después de haber identificado los gastos hormiga tradicionales y los nuevos; el siguiente paso sería ver cuáles puedes recortar. Probablemente te parezca algo complicado, pero puedes comenzar por sutilezas; ya sea que reduzcas la frecuencia en la que compras tu café, o elegir un tamaño más barato, hasta que, al fin, puedas lograr evitar ese gasto y decidas mejor prepara tu café en casa.
Esta fórmula en la que los reduces poco a poco los gastos, te ayudará a que, así como llegaron a tu vida los gastos hormiga, sin que te dieras cuenta, así desaparezcan.
Deberás ser muy sincero contigo para identificar y decidir cuáles realmente deben desaparecer; pero no todo termina aquí, el siguiente paso es que estos gastos que ya no vas a hacer, los ahorres e inviertas. De esta forma aumentarás tu porcentaje de ahorro y al final, podrás destinarlo a alguna de tus metas de ahorro.
Impuestos
Este es uno de los temas en los que hay mucho más desconocimiento alrededor pero que forma parte del conocimiento de las finanzas personales. El impuesto se refiere a una obligación que una persona o empresa tiene que pagar por ingresos o algún consumo.
El dinero recaudado, es utilizado por el gobierno para fortalecer su economía, tener los recursos necesarios y destinarlos a diferentes necesidades del país, como mejoramiento vial, iluminación, educación, entre otros.
De esto deriva la declaración anual, que es el proceso en el que debes reportar a la institución; en este caso al SAT los ingresos y egresos que has tenido a lo largo del año y hacer el pago de tus impuestos.
Para cumplir con las obligaciones, si eres persona asalariada, solo tendrás que presentar tu declaración anual en caso de que hayas tenido ingresos mayores a $400,000; o bien, que hayas trabajado para 2 o más patrones en un mismo año.
En el caso de los ingresos pasivos, al ser una fuente de ingresos para ti, también generan impuestos, es decir, si decides invertir tu dinero ya sea en algún fondo, acciones o FIBRAS, tendrás que conocer cuánto y cómo pagarlos. Para abordar con más detalle este tema, te recomendamos el ebook: Impuestos para inversionistas.