La sequía de deals corporativos hizo un gran hueco en los bolsillos de los grandes bancos, tan solo Goldman Sachs cerró el año con una caída en sus ganancias del 66%, pasando de $3,940 millones de dólares a $1,330 millones; por su parte, Morgan Stanley, tuvo una caída del 40%, pasando de los $3,700 millones de dólares a los $2,240 millones. Para el primer banco la noticia cayó como un balde de agua fría, ya que no cumplió con ninguna de las expectativas de los analistas. Ahora para hacerle frente a la decepción anunció un cambio estratégico alejándose de la banca comercial —donde han pérdido más de $3,000 millones de dólares desde el 2019—, enfocándose en negocios menos riesgosos. Para Morgan la historia es totalmente diferente, pues a pesar de tener menos ganancias ellos sí superaron las expectativas de los analistas y hasta consiguieron un crecimiento del 33% en las utilidades de su rama wealth management.
Vía: The New York Times y The Wall Street Journal.