Vamos por partes…
¿Te acuerdas del Brexit? Sí, el proceso por el cual el Reino Unido dejó la Unión Europea. Bueno, pues para lograrlo fue necesario implementar el Protocolo de Irlanda del Norte, que intentó regular el comercio entre Irlanda e Irlanda del Norte. Y es que ambos comparten frontera, pero el primero pertenece a la Unión Europea y es un Estado independiente; mientras que el segundo es parte del Reino Unido. El problema fue que el Protocolo hizo muy difícil el comercio entre Irlanda del Norte y el resto de naciones del Reino Unido, a tal punto que las empresas decidieron dejar de exportar para evitarse el papeleo extra.
Por eso…
Era necesario hacer algunos ajustes, situación que finalmente se consiguió ayer con un acuerdo alcanzado entre Rishi Shunak, primer ministro del Reino Unido, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Este nuevo documento resolvió estos problemas sin meterle mucha mano al Protocolo. Lo lograron a través del Windsor Framework, un nuevo marco que implementa una llamada “Línea Roja” que obligará a pasar por la aduana y controles sanitarios a todo el comercio que sí llegará al mercado de la Unión Europea –a través de Irlanda–. Mientras que para el comercio exclusivo entre el Reino Unido e Irlanda del Norte se diseñó una Green Lane que se brinca todos esos controles.
¿La piedrita en el zapato?
El Windsor Framework es el resultado de años de estira y afloja entre la Unión Europea y el gobierno británico. Logra brindarle poder al Reino Unido con la posibilidad de establecer el IVA y otros impuestos en Irlanda del Norte, y también le da control a la Unión Europea sobre la participación norirlandesa en el mercado comunitario europeo. Funcionarios de Irlanda y Reino Unido reconocieron que es un gran avance, pero aún no están del todo satisfechos con el acuerdo. Tampoco ayudó que en la ceremonia donde se anunció el acuerdo estuviera el Rey Carlos III, ya que, según varias figuras políticas, el monarca debe de mantenerse neutral en estas situaciones.
Vía: The New York Times, The Guardian, The New York Times y El País.