La Hipótesis del Mercado Eficiente y Finanzas Conductuales representan un debate interminable en el mundo financiero. La primera sugiere que es imposible “batir al mercado” mediante una cuidadosa selección de valores, mientras que la segunda propone exactamente lo contrario.
La ilusión de las anomalías desempeña un papel importante en este debate, ya que algunos inversores son propensos a pensar que han descubierto pautas en los mercados que aún no se han identificado, lo que les da una ventaja sobre los demás.
La realidad, sin embargo, es que los precios de las acciones reflejan la información disponible casi instantáneamente y se mueven como un péndulo entre la fragilidad y la estabilidad; lo que significa que es casi imposible para cualquier inversor (o grupo de inversores) lograr rendimientos desmesurados fuera de los parámetros establecidos por la hipótesis de los mercados eficientes.
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