Al comprar un fondo se adquiere implícitamente la infraestructura, los expertos y el prestigio de una institución financiera. El precio del fondo refleja la cotización de cada valor que los expertos han seleccionado para su composición.
Una de las ventajas de los fondos de inversión es el precio. Éste es el resultado de la cotización individual de cada valor que lo compone.
Al comprar un fondo se adquiere implícitamente una infraestructura, el prestigio de una institución financiera y a sus expertos. El precio del fondo refleja la cotización de cada valor que los expertos han seleccionado para su composición.
Si un valor dentro de la cartera del fondo se aprecia, el impacto al precio del fondo es positivo y cuando el valor se deprecia, el impacto es negativo.
Lo anterior evita que el inversionista necesite decidir acción por acción en qué invertir y, por lo tanto, no necesita hacer las valuaciones para determinar si un precio de compra es atractivo o no.
Éste cálculo lo realizan los expertos, por lo que, en teoría, todo valor en el que invierte un fondo representa una oportunidad.
De la misma manera, cada vez que un valor llega a un nivel determinado, se ejecuta la venta y si es el caso, la materialización de una plusvalía.
El precio del fondo no sólo refleja la cotización individual de cada valor que lo compone, sino la elección de una cartera única por parte de expertos y, lo más importante; la razón por la cual la eligieron: generar retorno al inversionista.
Ahora sabes, al invertir en un fondo de inversión estás comprando una cartera de valores que ha sido meticulosamente elegida, lo cual implica valuaciones que permitan generar un impacto positivo al precio del fondo, generando retorno a través del tiempo.