Es importante conocer los peligros a los que nos podemos enfrentar en el mundo digital con el objetivo de entender cómo funcionan los posibles ataques a la información y así evitar ser víctima de cualquier delito de robo de identidad, smishing, phishing entre otros modos de la ingeniería social.
¿Qué es el robo de identidad?
El robo de identidad o usurpación es una forma de fraude. Es un delito en el cual mediante diferentes métodos, un delincuente obtiene los datos personales de un tercero y los utiliza para venderlos o llevar a cabo maniobras delictivas a través de la suplantación de identidad.
Parte de tu información personal podría ser pública, por ejemplo, si tienes un perfil laboral en una red social, tu nombre completo, ocupación y empresa son visibles, sin embargo, es importante que definas qué tanto quieres exponer sobre ti en redes sociales para evitar ser víctima de este delito.
Además, existe información que debe ser completamente confidencial, como los números de tarjetas de crédito, contraseñas, estatus financiero, entre otros.
a. Los datos que constituyen la identidad de una persona son:
- datos personales: nombre, fecha de nacimiento, teléfono celular o particular, domicilio, fotografías, huellas dactilares, número de licencia, pasaporte, entre otros.
- Credenciales: documento de identidad, números de seguridad social, carnet de seguro médico.
- Datos financieros: números de cuentas bancarias, tarjetas de crédito y débito.
b. Los fraudes más comunes para los que se utilizan de la identidad robada son:
- Operaciones financieras: Con tu información buscan obtener créditos, vaciar cuentas bancarias a través de transferencias o retiros y realizar compras con tarjetas de crédito o débito.
- Uso de las credenciales del seguro social o de salud para hacer tratamientos médicos.
- Suplantación de identidad, presentarse o utilizar otra identidad para evitar ser detenido.
Técnicas que se usan para el robo de identidad
Para conseguir robo de identidad, los delincuentes se aprovechan de diferentes técnicas que pueden estar en tu día a día:
Robo físico de identificaciones y tarjetas
El robo de tarjetas de crédito y de documentos de identidad para hacer compras fraudulentas es una de las formas más antiguas de robo de identidad.
Además, es importante que si por alguna razón vas a desechar documentos originales o copias que contengan información confidencial, lo hagas de la manera más adecuada. Destrúyelos o tacha toda la información visible.
Clonación de tarjetas de crédito
Los delincuentes utilizan las terminales de algunos establecimientos o cajeros bancarios para realizar la clonación de tu tarjeta. Con esto, los delincuentes obtienen una copia de tarjeta de crédito o débito de la tuya, con la cual realizan compras y hacen extracciones de tu cuenta bancaria.
Filtraciones de datos
El hackeo de servidores y bases de datos de organizaciones gubernamentales y empresas provee de una cantidad increíble de datos que luego se venden a los ladrones de identidad.
Revisa siempre a qué sitios web les compartes tu información y con qué finalidad, asegúrate que se trata de un sitio seguro.
Investigación en redes sociales
En las redes sociales hay datos que podrían parecer cotidianos o que no son de peligro pero los delincuentes pueden encontrar e inferir de ellos contraseñas, nombres de usuario y respuestas a preguntas de seguridad. Es recomendable revisar la configuración de seguridad de las cuentas de Facebook, Instagram o cualquiera de tus redes sociales, y tenerla siempre actualizada.
Búsqueda de datos en la Dark Web
La internet oscura no está visible para los usuarios, no es rastreable ni indexable por los buscadores más populares, por esto es el espacio propicio en donde circulan y están a la venta bases de datos con información personal obtenidas de forma fraudulenta.
Ataques implementados con ingeniería social
El phishing, smishing, vishing y pharming, son ataques en los que se roba información a través de engaños en un correo electrónico, una llamada telefónica, mensajes de texto, para realizar una acción como descargar un archivo, compartir información personal, entre otros.
Siempre revisa los remitentes de correo electrónico, información que te están solicitando y con qué motivo,
Navegación no segura
Al navegar por internet, siempre corrobora que el sitio es seguro y está bajo el protocolo HTTPS, para ello mira que tenga el icono del candado cerrado en el navegador. En caso de que solo cuente con HTTP, el sitio no es seguro, tus datos pueden filtrarse y ser usados para estafas o fraudes.
Craqueo de contraseñas
Los delincuentes utilizan programas para descifrar contraseñas o robarlas, por ejemplo de los portapapeles. Extrema tus medidas de seguridad al elegir tus claves y tus sitios de guardado de las mismas.
Evita utilizar una sola contraseña para todos tus sitios web y aplicaciones.
Uso de software malicioso
Primero se instala un software en tu dispositivo que pudo llegar a través de phishing o sitios web infectados. A través de los malware los delincuentes toman el control de tus dispositivos para acceder a tu información.
Hackeo del Wi-fi
Las redes de Wi-fi que son públicas no son seguras por tratarse de una red abierta, por lo que existe el riesgo de hackeo, evita entrar a portales bancarios, realizar transferencias, compartir información confidencial cuando estés conectado a una red de Wi-fi pública.
Recomendaciones para evitar ser víctima de robo de identidad
Para mantener la seguridad de nuestros datos, es recomendable que pongas en práctica las siguientes medidas de seguridad:
- No ingreses tus contraseñas, claves o datos en sitios que no conoces. Utiliza páginas o sitios web con certificados de seguridad.
- Si vas a tirar a la basura documentos impresos con información financiera o personal, destrúyelos completamente para que no queden datos tuyos expuestos. Si los vas a conservar, guárdalos en un lugar seguro.
- Revisa la información en el Buró de Crédito cada cierto tiempo para corroborar que tu actividad crediticia esté bien registrada y quién ha solicitado tu historial.
- No des información de tu identidad por teléfono.
- Utiliza las páginas de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros – CONDUSEF para saber qué tipo de información se considera sensible y cuyo uso sin tu autorización se transforma en delito.
- Revisa siempre tus estados de cuenta bancarios y financieros y los resúmenes de tarjetas de crédito para identificar oportunamente movimientos que no hayas realizado.
- Cambia cada cierto tiempo las contraseñas y configura todas las medidas de seguridad en apps y sitios que visites, además siempre asegúrate de que tu antivirus esté actualizado y en funcionamiento.
- Extrema los cuidados al realizar compras electrónicas.
¿Cómo saber si robaron tu identidad?
Existen algunos indicios o actividad sospechosa que te advierten que es posible que te hayan robado tu identidad. Los más comunes son:
- Cambio en informes de crédito.
- Negativa cuando solicitas un préstamo.
- Llamadas constantes de cobradores de deudas.
- Movimientos bancarios que no realizaste.
- Consumos que no hiciste en tus tarjetas de crédito.
- Alertas de inicio de sesión desconocidos.
En cualquier caso comunícate con la entidad o institución financiera de donde proviene esta información errónea y realiza la denuncia correspondiente en la dependencia gubernamental que se encargue de recibir los reclamos de este tipo de delitos.
Si recibes mensajes de GBM+, por vías que no son las habituales o te llega un pedido de cambio de contraseña de tu cuenta o de la app que no has solicitado, comunícate de inmediato a nuestra Línea de Denuncia 55-54-80-58-48.