De asesor a asesor: consejos para volverte asesor financiero

El mundo de las inversiones se está transformando y, con él, todos los jugadores que lo integran, desde el inversionista hasta el asesor. Los cambios responden a distintos factores: la tecnología, la diversidad generacional, la transferencia de riqueza, las distintas formas de pensar y los nuevos roles.

El asesor financiero ya no es aquella persona que mide su éxito por sus rendimientos. Ahora es quien da una visión de 360 grados a sus inversionistas, guía, escucha, aconseja, aterriza expectativas, desarrolla objetivos — recomienda cómo cumplirlos— y construye una relación basada en la transparencia y confianza. 

El inversionista, sin ser experto, depositará la confianza en el asesor financiero, quien hará la mejor gestión de los recursos, apegado a un plan que, con el tiempo, dará resultados. 

¿Cómo convertirte en un exitoso asesor financiero? A continuación, cinco consejos de los expertos:

Tiempo, un recurso escaso

Preparar juntas, reunirse con inversionistas, planificar y ejecutar tareas de seguimiento, consumen en promedio, 26.7 horas a la semana, del asesor financiero. La agenda se complica cuando se agregan acciones como ampliar la cartera de inversionistas, gestionar inversiones, actividades administrativas, desarrollo profesional y un largo etcétera. 

El tiempo es el recurso más valioso. Una vez que lo utilizamos, no hay forma de recuperarlo. Más allá de ‘hacernos tiempo’ para hacer más cosas, es necesario saber en qué lo estamos gastando.  Lo que no nos esté llevando a nada, será mejor dejar de hacerlo.

‘Memento mori’

Cuando los generales romanos ganaban una batalla, entraban a la ciudad en un desfile, y llevaban una persona al lado que les decía al oído: ‘memento mori’ (recuerda que morirás). La intención era atemperar su ego y recordarle la importancia de no tomar decisiones imprudentes. 

En las inversiones, el exceso de confianza puede significar un destrozo en distintos rubros. Por parte de los inversionistas, a menudo, lleva a las personas a sobreestimar su comprensión de los mercados, o inversiones, y a ignorar los datos y la asesoría de expertos. 

Los asesores tampoco se libran de este sesgo. Deben recordar que hay personas que confían en su trabajo y cada peso invertido, responde a estrategias que ayudaron a crear.

‘Hecho es mejor que perfecto’

Desde la red social Facebook se creó la frase: ‘hecho es mejor que perfecto’.

Como asesor financiero lo importante es volver realidad una idea. Pasar de lo abstracto a lo tangible. Ello nos permitirá saber si funciona, qué agregar o quitar. Con el paso del tiempo, perfeccionar el producto o servicio que hemos diseñado. 

Ampliar horizontes

Más allá de consultar documentos especializados, reportes y artículos propios de la industria —para mantenerse actualizado— la lectura debe ser prioritaria para un asesor financiero.

Sin importar si es ciencia ficción, una novela histórica o un clásico de la filosofía, hojear un libro y repasar su contenido, nos permite fomentar empatía, desarrollar nuevas ópticas sobre personajes, ampliar vocabulario, inspirar creatividad, crear perspectivas de distintas culturas y disminuir niveles de estrés.

Estrés, solo el necesario

El estrés es la reacción del cuerpo a un desafío, tanto físico como emocional. En pequeños episodios, puede ser positivo, como cuando ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando es prolongado, puede deteriorar la salud.

Meditar, seguir una dieta saludable, realizar actividad física constante, leer, y dormir lo suficiente, son solo algunos consejos para liberar el estrés del día a día.

Los asesores financieros deberán ser empáticos, transparentes e inspirar confianza. En GBM Advisors te guiamos en las tendencias y tecnologías para responder a las nuevas necesidades de los inversionistas y acercarte al éxito.


*Con opiniones de Walter Buchanan, CFA, director de Inversiones & Socio de SaveNest.


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