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A FONDO-La premio nobel de Venezuela apuesta fuerte por Trump, mientras sube la presión sobre Maduro

Por Sarah Kinosian y Julia Symmes Cobb WASHINGTON, 28 oct (Reuters) -El 6 de enero de 2025, cuatro miembros del equipo de la líder opositora venezolana María Corina Machado se sentaron apretujados en...

Publicado el 28 de octubre de 2025 a las 03:02

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Por Sarah Kinosian y Julia Symmes Cobb

WASHINGTON, 28 oct (Reuters) -El 6 de enero de 2025, cuatro miembros del equipo de la líder opositora venezolana María Corina Machado se sentaron apretujados en un sofá en una oficina del Capitolio, frente a Mike Waltz, quien pronto se convertiría en el asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump.

Machado hizo una aparición por videollamada desde su escondite en Venezuela.

Durante la reunión, David Smolansky, quien dirige la oficina de Machado en Washington, explicó cómo la banda venezolana Tren de Aragua estaba controlada por el presidente venezolano Nicolás Maduro, según dos personas presentes en la reunión que describieron lo ocurrido. Waltz tomó notas todo el tiempo, dijeron.

La reunión, cuyos detalles no se han revelado previamente, formó parte de una arriesgada apuesta de Machado, ganadora del Premio Nobel de la Paz, para alinearse con los halcones del equipo de Trump que argumentan que Maduro, a través de sus vínculos con bandas criminales, representa una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos, a pesar de que los informes de inteligencia estadounidenses lo ponen en duda.

Las conversaciones de Reuters con más de 50 fuentes, incluyendo funcionarios y exfuncionarios estadounidenses, miembros de la oposición venezolana e informantes de agencias de seguridad estadounidenses, brindan nuevos detalles sobre los esfuerzos del equipo de Machado por ayudar al Gobierno de Trump a elaborar argumentos para asumir una agresiva postura contra el Gobierno venezolano, a pesar de la preocupación sobre las consecuencias de las políticas del mandatario hacia los inmigrantes venezolanos que viven en Estados Unidos.

Miembros de la oposición venezolana mantuvieron múltiples reuniones con el equipo de Trump antes y después de su investidura, en la búsqueda de aumentar la presión sobre Maduro.

Unos aliados contribuyeron con la investigación para los informes que respaldaban esa postura. Los miembros del equipo proporcionaron detalles sobre Maduro y las pandillas a las agencias de seguridad, según las fuentes.

El reportaje de Reuters sugieren que la oposición legitimó la idea de que Maduro controla el Tren de Aragua, defendiendo esta teoría pública y privadamente, al considerar que sus intereses se alineaban con los de la administración Trump.

En los meses posteriores a la reunión con Waltz, Washington designó al Tren de Aragua como una organización terrorista que amenaza a Estados Unidos y está bajo el control de Maduro. Se ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto o condena de Maduro.

Desde septiembre, el ejército estadounidense ha bombardeado al menos ocho barcos cargados de drogas frente a las costas de Venezuela, como parte de una importante concentración naval en el Caribe. Solo una fracción de la cocaína con destino a Estados Unidos pasa por el país sudamericano, según la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos.

Trump dijo que las 11 personas fallecidas en el primer ataque eran miembros del Tren de Aragua, sin ofrecer pruebas. El mismo mes, Trump afirmó haber autorizado operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela y ha afirmado que los ataques en su territorio podrían estar en el horizonte.

Machado se mantiene firme en su apoyo a la estrategia militar de Trump y afirma que Maduro debería dimitir para evitar una escalada.

La opositora no quiso hacer comentarios para este artículo. Waltz, actual embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, no respondió a preguntas sobre la reunión del 6 de enero.

El Ministerio de Información de Venezuela no respondió a solicitudes detalladas para tener comentarios de Maduro sobre las acusaciones presentadas en este artículo.

En el cargo desde 2013, Maduro ha encabezado un Gobierno señalado de conducir al país al colapso económico, participar en corrupción, realizar ejecuciones extrajudiciales y desatar la represión política. Respaldado por el ejército, se negó a renunciar al poder a pesar del reconocimiento internacional de que la oposición liderada por Machado obtuvo el 70% de los votos en las elecciones presidenciales del año pasado.

Las sanciones, las negociaciones y las acusaciones penales no han logrado derrocarlo.

"No se puede tener libertad sin fuerza cuando se enfrenta a una estructura criminal", dijo Machado cuando se le preguntó en la emisora estadounidense National Public Radio (NPR), tras recibir el Nobel el 10 de octubre, si el ejército de Estados Unidos debería intervenir para restaurar la democracia en Venezuela, país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo.

Machado dedicó su premio al pueblo venezolano y a Trump, "por su decidido apoyo a nuestra causa".

Maduro dijo a Trump, en una carta de septiembre, que era "absolutamente falso" que su Gobierno estuviera vinculado con bandas de narcotraficantes. Maduro sostiene que las acusaciones de violaciones de derechos humanos son falsas e insiste en que Venezuela es una democracia.

Reuters no pudo contactar a ningún representante del Tren de Aragua.

Varios Gobiernos de Latinoamérica dicen que el Tren de Aragua, originalmente una pandilla carcelaria y ahora presente en toda Sudamérica, representa una gran amenaza en sus países.

Sin embargo, un tribunal de apelaciones estadounidense rechazó la idea de que estuviera organizando una "invasión" a Estados Unidos en un caso presentado por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) contra la política de deportación del Gobierno.

Un informe desclasificado del Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos, de abril, que examinó los vínculos del Gobierno venezolano con el Tren de Aragua (TDA), concluyó que, si bien algunos funcionarios venezolanos "podrían cooperar con la TDA para obtener beneficios económicos", Maduro no dirige las operaciones del grupo en Estados Unidos.

Reuters no pudo encontrar pruebas independientes de que Maduro controle el Tren de Aragua ni lo esté utilizando para invadir Estados Unidos.

"DILEMA IMPOSIBLE"

Dentro del equipo de Machado, algunos se han enfrentado a lo que un miembro de la oposición en el exilio llamó un "dilema imposible". Debido al Tren de Aragua, Trump ha ejercido sobre Maduro la presión que la oposición lleva tiempo pidiendo.

Pero, para apoyar sus objetivos migratorios, simultáneamente denigra a los venezolanos en Estados Unidos, calificándolos de miembros violentos de la pandilla.

Machado mayormente guardó silencio cuando Trump despojó de las protecciones migratorias a cientos de miles de personas, comenzó a deportar a miles de vuelta a Venezuela y envió a presuntos miembros del Tren de Aragua a una megaprisión en El Salvador, donde varios afirmaron haber sido torturados.

La dirigenta dice que los ataques a embarcaciones, que matan a ciudadanos venezolanos sin juicio, son una decisión de seguridad nacional de Estados Unidos. Los ataques han matado al menos a 38 personas, muchas de las cuales Washington ha sugerido que eran venezolanas o que trabajaban para el TDA.

Expertos en derechos humanos de la ONU los describieron como ejecuciones extrajudiciales.

El equipo de Machado comprende el riesgo de ser acusado de traición por sus compatriotas, pero considera que la lealtad a Trump es la mejor manera de lograr la democracia, comentaron dos fuentes de la oposición.

A pesar de los posibles obstáculos, el objetivo principal es derrocar a Maduro, dijo una de las fuentes.

Si funciona, "será la santa patrona de Venezuela", señaló David Smilde, experto en Venezuela de la Universidad de Tulane.

Si no sucede nada, añadió, corre el riesgo de perder el apoyo de los venezolanos, desesperados por un cambio y frustrados por las promesas incumplidas de una larga lista de líderes de la oposición.

Y si la acción militar estadounidense contra Maduro provoca el caos, se la culpará "de la enorme destrucción dentro del país y de los enormes daños colaterales en el exterior", afirmó.

"Es una estrategia de alto riesgo", añadió.

"COMUNICACIÓN FLUIDA"

Antes de la toma de posesión de Trump el 20 de enero, el equipo de Machado se puso en contacto con republicanos de Florida, incluido el entonces senador Marco Rubio, como parte de su campaña para empujar a favor de una mayor presión sobre Maduro, informaron dos fuentes de la oposición, sin proporcionar más detalles.

Rubio, quien desempeña además el cargo de asesor de Seguridad Nacional de Trump tras la salida de Waltz, argumentó ya en 2018 que una acción militar podría estar justificada en Venezuela. Antes un acérrimo rival de Trump y ahora uno de sus aliados más cercanos, Rubio es una figura central que define la política exterior estadounidense, especialmente en el continente americano.

Una fuente cercana a los responsables de las políticas del Gobierno de Trump sobre Venezuela dijo que creían que Machado y su equipo tenían poca influencia sobre las opiniones de Rubio.

Sin embargo, las reuniones ayudaron a reforzar la evaluación del Gobierno sobre los vínculos de Maduro con el Tren de Aragua y la amenaza que esa grupo y el Cartel de los Soles, otra banda criminal, representan para la seguridad estadounidense, afirmó la fuente.

Machado ha dejado pocas dudas, tanto en público como en privado, sobre su creencia de que la presión militar externa podría ser útil contra Maduro, añadió la fuente.

La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, no proporcionó respuestas específicas a las preguntas de Reuters sobre las conversaciones entre la oposición venezolana y el Gobierno.

El portavoz del Departamento de Estado, Tommy Pigott, negó rotundamente que Rubio haya tenido comunicación frecuente con la oposición venezolana o que esta influyera en la estrategia estadounidense hacia el Tren de Aragua.

El apoyo de Rubio a la oposición venezolana es de larga data y público. Antes defendió el respaldo de Estados Unidos a sus líderes durante un intento en 2019 por derrocar a Maduro.

Junto con Waltz, firmó una carta en 2024 nominando a Machado al Premio Nobel de la Paz. En abril, al escribir efusivos elogios a Machado para apoyar su inclusión en la lista de personas influyentes de la revista Time, contó que se conocieron hace una década.

Incluso antes de que Trump comenzara a centrarse en el Tren de Aragua durante su campaña de 2024, Iván Simonovis, consultor de seguridad externo del equipo de Machado, alegó en apariciones en medios que la pandilla fue enviada por el Gobierno de Maduro para desestabilizar a Estados Unidos, sin aportar pruebas.

El argumento aparecería posteriormente en la invocación por parte de la administración Trump de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar a presuntos miembros de la pandilla sin el debido proceso, que también afirmaa que Maduro está utilizando a la banda para desestabilizar a Estados Unidos, sin aportar pruebas.

Simonovis, exjefe de la policía venezolana, dijo a Reuters que proporcionó información y contactos a los servicios de seguridad estadounidenses, advirtiendo de que su basaba en inteligencia de funcionarios de seguridad venezolanos y personas vinculadas a la pandilla, pero que era responsabilidad de las agencias realizar una investigación exhaustiva.

Se negó a poner a Reuters en contacto con los informantes.

Más tarde, en 2024, el excoronel exiliado Gustavo Arocha, cercano al equipo de Machado, alimentó la investigación sobre la pandilla con información, incluyendo un artículo del centro de estudios de derecha Heritage Foundation, que la calificó de representante de Maduro, según un tercer funcionario estadounidense.

El autor del informe, Joseph Humire, ha sido nombrado subsecretario adjunto de Guerra para Asuntos del Hemisferio Occidental. Humire y Arocha no quisieron hacer comentarios. La Heritage Foundation dijo que respalda su investigación.

Entre enero y abril, el equipo de Machado sostuvo al menos ocho reuniones con Waltz, Rubio, el entonces asesor especial Mauricio Claver-Carone y el subsecretario de Estado, Christopher Landau, según cuatro fuentes con conocimiento de las reuniones.

Claver-Carone es cubanoamericano, al igual que Rubio, y ha apoyado durante mucho tiempo la acción militar contra Venezuela, que contribuye a apuntalar el sistema comunista cubano. No quiso hacer comentarios para este artículo.

"Mantenemos una comunicación constante y fluida con la administración y el Congreso", dijo Smolansky en respuesta a preguntas sobre la reunión de enero y otros contactos posteriores con la administración.

Landau no respondió a una solicitud de comentarios.

En tres reuniones con Claver-Carone durante ese período, se habló de designar al Cártel de los Soles como organización terrorista, según dos fuentes de la oposición venezolana radicadas en Estados Unidos. Un exfuncionario estadounidense confirmó las reuniones, pero desmintió el tema.

Estados Unidos dice que Maduro lidera el Cartel de los Soles, al que sancionó como Terrorista Global Especialmente Designado en julio. El grupo lidera y se coordina con el Tren de Aragua para usar narcóticos como arma contra Estados Unidos, dijo el Departamento del Tesoro en ese momento, sin aportar pruebas.

Dentro de la administración Trump, no todos apoyan la opción militar contra Maduro. El enviado Richard Grenell abogaba por acuerdos petroleros en lugar de una guerra, hasta que Trump canceló las negociaciones diplomáticas a principios de octubre.

Venezuela continúa beneficiándose de una licencia petrolera de Chevron aprobada por Trump en virtud de acuerdos negociados por Grenell.

Machado, una conservadora aliada de los líderes de la derecha populista Jair Bolsonaro de Brasil y el presidente argentino Javier Milei, promete abrir la industria petrolera venezolana a los inversionistas estadounidenses y de otros países mediante extensas privatizaciones.

Jimmy Story, embajador de Estados Unidos en Venezuela hasta 2023, dice que a la oposición le quedan pocas opciones además de buscar la ayuda de Trump para destituir al presidente.

"Han protestado y los han asesinado. Les hemos pedido que negocien, negocian, les pedimos que convoquen elecciones, convocan elecciones, ganan y él sigue sin irse. ¿Qué les queda sino apoyar esto?".

(Reporte adicional de Matt Spetalnick, Humeyra Pamuk, Jonathan Landay en Washington; Alexander Villegas en Santiago de Chile. Editado en español por Vivian Sequera)

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