20 de octubre
Actualizado: hoy a las 3:41 am

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Ueda, del BoJ, se guarda las cartas antes de la reunión de octubre
Por Leika Kihara
WASHINGTON, 20 oct (Reuters) -El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, probablemente abandonó Washington la semana pasada con poca convicción de que los vientos en contra a nivel mundial permitan al banco central subir los tipos de interés este mismo mes, mientras responsables de finanzas de todo el mundo advertían de los riesgos a la baja en un contexto de renovadas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
Sin embargo, la resistencia de la economía mundial, que el Fondo Monetario Internacional destacó la semana pasada en sus últimas Perspectivas Económicas Mundiales, también le da cobertura para proceder a una subida de tipos a corto plazo si el consejo del Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés), con tendencia a endurecer la política monetaria, prefiere actuar cuanto antes.
Ueda, en consecuencia, dejó abiertas sus opciones ofreciendo pocas pistas sobre el momento de una subida de tipos, que los mercados apuestan a que se producirá a más tardar en enero del año que viene.
"No hay mucha diferencia entre cómo veo las economías mundial y estadounidense ahora y cómo las veía en Japón", dijo Ueda en una rueda de prensa el jueves tras asistir a la reunión de líderes financieros del G20 en Washington.
"Me gustaría seguir recopilando más información y analizar los distintos datos que vayan apareciendo de cara a nuestra reunión de política monetaria de octubre", dijo, cuando se le preguntó por la posibilidad de una subida de tipos en la sesión de los días 29 y 30 de octubre.
Los mercados se han centrado en los comentarios de Ueda en Washington, después de que dijera a principios de este mes que esperaba que las conversaciones con responsables de finanzas y banqueros proporcionaran información que ayudara a los dirigentes monetarios del BoJ a decidir si suben los tipos a finales de octubre.
Ueda ha advertido repetidamente en contra de elevar los costes de endeudamiento demasiado pronto, haciendo hincapié en la necesidad de medir la fortaleza de la economía de Estados Unidos y el alcance de los daños de los aranceles del presidente Donald Trump sobre la economía de Japón, dependiente de las exportaciones.
Las reuniones en Washington probablemente dieron a Ueda poca claridad sobre la rapidez con que se despejaría la niebla que envuelve las perspectivas mundiales.
PRESIÓN EN EL CONSEJO DEL BOJ PARA SUBIR LOS TIPOS MÁS RÁPIDO
El FMI elevó la semana pasada su previsión de crecimiento mundial para 2025, pero advirtió de que una nueva guerra comercial entre Estados Unidos y China podría ralentizar la producción. Países miembros del FMI describieron el crecimiento mundial como resiliente, pero expresaron su preocupación por las tensiones emergentes y los riesgos para las perspectivas.
Un alto cargo del FMI dijo a Reuters que existían riesgos a la baja para la economía japonesa e instó al Banco de Japón a subir los tipos de forma "muy gradual" debido a la elevada incertidumbre sobre las perspectivas.
Aunque Ueda puede tener muchas razones para mantener los tipos en suspenso, se enfrenta a presiones desde dentro de su consejo para que actúe con mayor rapidez.
En un contexto de inflación por encima del objetivo del 2% del BoJ durante tres años consecutivos en el que la economía de Japón ha ido capeando el embate de los aranceles de EEUU hasta ahora, el consejo del banco central se está inclinando gradualmente hacia la reanudación de las subidas de tipos que se habían dejado en suspenso desde que elevó su tipo de interés clave al 0,5% en enero.
Dos de los nueve miembros del consejo del BoJ propusieron sin éxito subir los tipos en septiembre por la creciente presión inflacionista. Otro miembro moderado sorprendió entonces a los mercados al afirmar que la necesidad de una subida de tipos aumentaba "más que nunca".
Retrasar demasiado las subidas de tipos también podría desencadenar una nueva caída del yen, lo que encarecería aún más el coste de la vida al inflar los precios de las importaciones.
"Si el BoJ se abstiene de subir los tipos en octubre, la próxima oportunidad sería en diciembre", dijo Tomoyuki Shimoda, antiguo ejecutivo del BoJ. "Durante ese tiempo, existe el riesgo de que el yen caiga aún más".
(Información de Leika Kihara; edición de Paul Simao; edición en español de Jorge Ollero Castela)