El autocuidado no se limita a mantener un buen estado de salud física, comer sanamente, mantener vínculos sociales y afectivos en armonía. También se encuentra en la forma que mantienes tu salud financiera.
Cuando comienzas a trabajar y recibir tus primeros ingresos es común que existan dudas de cómo administrar tu dinero, lo que podría desencadenar estrés en tu cartera, si es que no tomas las medidas necesarias.
En este artículo compartimos algunos puntos que puedes tomar en cuenta para gozar de una buena salud financiera, y así, hacer frente a imprevistos y llevar a cabo tus planes.
¿Qué es la salud financiera?
La salud financiera, también conocido como bienestar financiero, es un concepto que engloba distintos aspectos financieros que puede impulsar a una persona, familia o grupo a prosperar de manera económica dentro de la sociedad.
Se podría definir como salud o bienestar financiero la medida en que una persona o familia puede gestionar sus problemas u obligaciones monetarias actuales y sentirse seguros de su futuro.
¿Cómo medir mi salud financiera?
De acuerdo con el Center for Financial Services Innovation (CFSI) existen cuatro indicadores para medir la salud financiera de las personas: gasto, ahorro, deudas y planeación.
Tu salud financiera es buena si:
- Gastas menos de lo que ganas.
- Pagas a tiempo tus cuentas.
- Ahorras o inviertes a largo plazo.
- Tienes deudas sostenibles.
- Mantienes un historial crediticio saludable.
- Cuentas con seguros adecuados a tus necesidades.
- Tienes un plan de ahorro para su retiro.
¿Cómo cuidar tu salud financiera?
Todos nos esforzamos continuamente para ser financieramente saludables y tener un equilibrio entre nuestras finanzas y la cotidianidad, pero ¿cómo se logra? A continuación, enlistamos 5 acciones para mejorar tu salud financiera.
Vive a tu medida
Este primer punto significa que, en la medida de lo posible, debes considerar tener un estilo de vida en el que tus gastos se ajusten a tus ingresos. En otras palabras, evita gastar más de lo que ganas. Puedes identificar esta situación si tienes problemas financieros para llegar a final de mes y si constantemente te preguntas en qué se te va el dinero.
La prueba reveladora de ello es cuando analizas tus finanzas y te das cuenta de que no podrías hacer frente a un gasto extra. Por ejemplo, si tu auto se descompone o el refrigerador de tu casa deja de funcionar, ¿podrías hacer frente a estos gastos con tus ahorros? Si la respuesta es ‘no’, algo está mal con tus finanzas.
Toma el control de tus finanzas con un presupuesto
Si no sabes en qué gastas tu dinero, será difícil que puedas tener control sobre tu dinero. Es por ello que no contar con un presupuesto significaría desconocer cuánto ganas y cuánto realmente gastas. Además, te impide conocer el flujo de efectivo con el que podrías hacer frente a alguna emergencia.
Para crear uno, basta con apuntar tus ingresos fijos y gastos mensuales en una libreta, aunque también, puedes ayudarte de la tecnología, ya que existen aplicaciones móviles para llevar un buen control de tu dinero.
Si no quieres perder el control de tu cartera, ¡haz un presupuesto ya! Comienza el tuyo desde cero con ayuda del ebook Pon en orden tu dinero: Cómo hacer un presupuesto
Utiliza tu dinero de forma inteligente
Es recomendable que formes un hábito dividiendo tus gastos de acuerdo a tus necesidades, deseos, ahorros y deudas.
Una regla muy simple que puedes aplicar es intentar gastar el 50% de tus ingresos en necesidades básicas, el otro 30% destínalo en gastos personales y deseos, el 20% restante en ahorros y deudas cada mes.
Es importante destacar que en este punto podrían entrar los gastos hormiga, los cuales podrían minar tu cartera lentamente. Muchas veces ocurre a consecuencia de situaciones como no hacer pagos en tiempo y que ello genere intereses por morosidad; compras de cosas que podrían ser sustituibles o que simplemente no necesitas para tu día a día.
Aprender a eliminar los gastos hormiga aumentará tu capacidad de ahorro e inversión, incluso, podrás evitar el endeudamiento.
Ahorra para emergencias
Este ahorro es independiente a tus metas financieras. Su función es que te ayude en caso de algún imprevisto como: desempleo o una situación médica. Así evitarás ocupar el dinero que tienes destinado para tus pagos regulares, como la renta o comida.
Antes de cualquier otra meta financiera, debe ser prioridad crear este fondo de emergencia. Establece el objetivo de ahorrar lo suficiente para al menos 3 meses de tus gastos básicos por si hay alguna emergencia. Aunque es recomendable que este fondo cubra de 6 a 12 meses de tu sueldo.
Si no sabes por dónde empezar ahorrar dinero y construir tu fondo de emergencia, te recomendamos revisar Fondo de emergencia: lo que necesitas para construirlo. Así dependerás de tu propio dinero ante cualquier contratiempo y te despedirás de los famosos ‘tarjetazos’.
Ahorrar y no invertir
Gastar todo el dinero que recibes y no tener ahorros es malo, así como ahorrarlo y dejarlo en tu cuenta de banco sin generar rendimientos. Una de las mayores ventajas de ahorrar, es que de manera indirecta abres camino a la inversión, donde tu dinero trabajará para ti.
Existen herramientas que mantienen tu ahorro invertido, seguro y disponible cuando lo necesites. Por ejemplo, Smart Cash de GBM+, es una cartera inteligente que muestra diariamente tus ganancias acumuladas y ofrece la opción de retirar tu dinero cuando sea necesario.
En conclusión
La salud financiera te permitirá alcanzar la plenitud, estabilidad y armonía con tus finanzas personales. Asimismo, desarrollar un bienestar financiero te ayudará gestionar de manera más eficaz cada uno de tus gastos, así como evitar, en la medida de lo posible, la creación de deudas.
Conviene destacar que la cultura de la salud financiera es un excelente elemento para realizar los planes y propósitos a corto, mediano y largo plazo.
GBM considera que mejorar el bienestar financiero debe estar al alcance de todos y, por este motivo, creamos contenido constante para ayudarte a mejorar tus hábitos financieros, gozar de una excelente salud financiera para poder perseguir y realizar tus objetivos con tranquilidad y armonía.