Todos hemos alguna vez escuchado de las tasas de interés y sabemos a grandes rasgos que significa. Si deposito $100,000 pesos en una cuenta que me paga 5% al año, al final de ese año tendré $105,000 pesos, $5,000 pesos de ganancia.
El interés compuesto se refiere a ganar intereses sobre los intereses que recibiste el año anterior. Si mantuvieras los $105,000 pesos en tu cuenta otro año, al final de ese periodo tendrías $110,250 pesos, o $5,250 pesos de ganancia, comparado con los $5,000 que hubieras recibido si hubieras sacado los $5,000 del periodo anterior, manteniendo los $100,000 en tu cuenta.
Esta diferencia de $250 pesos puede sonar poco, y te podría llevar a pensar que tal vez prefieras tener los $5,000 para gastar en lugar de dejarlos sentados en el banco. Sin embargo, el interés compuesto es una función del tiempo, y entre más dejemos al interés compuesto trabajar, mayores serán sus resultados.
Para ilustrar el punto anterior, imaginemos que María es una ahorradora paciente quien dejará su dinero en el banco, mientras que Juan prefiere utilizar sus ganancias para gastarlas en el año. Ambos depositan $10,000 al inicio y tienen la misma cuenta de banco que les da 5% al año.
Como podemos ver, al interés compuesto se le debe dejar trabajar para que puedas aprovechar al máximo sus beneficios. Conforme avanza el tiempo, el balance de la cuenta de María va aumentando exponencialmente, mientras que la cuenta de Juan se mantiene fija y solamente tendrá de ganancias los $5,000 pesos que recibe anualmente.
Salgamos ahora del mundo de las cuentas de depósito e imaginemos en un mundo con acciones, bonos y otros activos. Aunque sin duda estos activos tienen más riesgo que tener tu dinero depositado en una cuenta bancaria, estos históricamente han tenido mayores rendimientos que cualquier depósito bancario en el largo plazo.
Veamos cómo se vería el ejemplo anterior si en lugar de recibir 5% del banco, recibiéramos 7% anual por estar invertido en un portafolio de bonos y acciones.
Como podemos ver, la diferencia en rendimientos es mayor de lo que uno esperaría al comparar sólo las tasas de 5 y 7%, y lo es principalmente para María gracias a que dejo a este mayor rendimiento anual trabajar.
Contrastando este segundo escenario contra el primer ejemplo, nos podemos llevar dos conclusiones muy claras:
- El interés compuesto es un ejercicio de tiempo y paciencia, debemos dejar trabajar nuestras inversiones para que puedan ir acumulando intereses en cada periodo.
- Una pequeña variación en el rendimiento de nuestras inversiones nos puede llevar a diferencias abismales en el valor de nuestro portafolio en el largo plazo.Por lo anterior, debemos buscar invertir lo antes posible, ya que esto no solo nos permitirá tener una visión de largo plazo para nuestras inversiones, si no que será un año más en el que dejemos al interés compuesto trabajar y hacer su magia.
Ahora que ya sabes más acerca del interés compuesto, y sus beneficios, es momento de dar el primer paso en el mundo de las inversiones con GBM.