10 de septiembre
Actualizado: hoy a las 11:31 am
GBM Academy

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Sinergias que invierten en el desarrollo social
Gracias a su ubicación estratégica, el comercio con las principales economías del mundo y una mano de obra bien preparada, México se ha convertido en un lugar idóneo para hacer negocios. Un ejemplo claro de esto es el boom del nearshoring, que ha impulsado la Inversión Extranjera Directa (IED) en el país.
Según datos de la Secretaría de Economía, en la primera mitad de 2024, la IED llegó a los 31,100 millones de dólares, gracias a los acuerdos comerciales y la confianza de los inversionistas extranjeros. Sin embargo, aunque la economía ha crecido, los beneficios no han llegado por igual a todos los sectores de la sociedad.
Aún hay áreas clave como la salud, la educación y la pobreza que impiden mejorar de forma significativa la calidad de vida en muchas regiones. La falta de acceso a servicios básicos y la desigualdad social que sigue existiendo son barreras importantes para las personas más vulnerables, que aún luchan por cubrir lo más esencial.
De acuerdo con el Índice de Progreso Social (IPS), México obtuvo 65.2 puntos de 100 en 2022, mostrando una leve recuperación tras la pandemia. Sin embargo, este avance sigue siendo insuficiente para garantizar un progreso social estable.
En este contexto, las empresas y las instituciones financieras tienen un papel muy importante. No solo deben aprovechar las oportunidades de inversión para asegurar un crecimiento económico sostenible, sino que también deben enfocarse en generar sinergias con un enfoque social. Es momento de que el sector privado se involucre más activamente, creando programas e iniciativas que, además de generar valor económico, realmente impacten de forma positiva a las comunidades que más lo necesitan.
Un gran ejemplo de la importancia de estas alianzas es lo que sucedió después del huracán Otis en 2023, que afectó gravemente a Acapulco y otros municipios de Guerrero. La colaboración entre Fundación Inbursa y Fundación Por una Sonrisa de GBM permitió distribuir despensas y víveres rápidamente, además de fumigar más de 20,000 hectáreas para prevenir problemas de salud. También ayudaron a reparar escuelas, centros deportivos y más de 400 viviendas, apoyando a quienes más lo necesitaban en un momento de crisis.
Este tipo de iniciativas muestran lo que puede lograrse cuando el sector privado y la sociedad civil trabajan juntos, no solo en momentos de emergencia, sino también en la construcción de un desarrollo social inclusivo y sostenible. Las inversiones con un enfoque social, especialmente en áreas como educación, salud y vivienda, son esenciales para crear un entorno más justo y equitativo para todos los mexicanos.
Invertir hoy en el bienestar de los sectores más vulnerables tendrá grandes beneficios en el futuro y contribuirá a un México más próspero y solidario.