El conglomerado de lujo francés Kering —al que pertenecen Gucci y Balenciaga— registró una caída del 7% en sus ingresos en el último trimestre del 2022. Los $5,670 millones de dólares que consiguieron quedaron muy lejos de las expectativas de los analistas, ya que el trimestre anterior Kering tuvo un aumento del 23% en sus ventas.
Una campaña fue el acabose
Hace unos meses, el mundo de la moda se puso de cabeza cuando Balenciaga decidió usar a niños de una manera inaceptable para promocionar una colección que presentaba bolsas en forma de osos de peluches con arneses alusivos al BDSM —bondage, dominación, sadismo y masoquismo—. Esa campaña, llamada “The Gift Collection”, fue taaan criticada, que terminó afectando sus ventas en América, Europa y Medio Oriente. La marca tuvo una caída del 4% en sus ventas, terminando diciembre, o sea, en el último trimestre del año.
Pero eso no fue todo, incluso afectó a su marca hermana: Gucci, que vio una caída del 14% en sus ventas comparables, durante el mismo periodo; aunque igual las restricciones por la pandemia en China tuvieron que ver con esta disminución. Y a esto hay que sumarle que Kering tuvo que buscar desde noviembre el reemplazo de Alessandro Michelle, quien fue director creativo de Gucci por siete años. Para este cargo seleccionaron en enero pasado a Sabato de Sarno, un diseñador italiano no muy conocido, que debutará en la Fashion Week de Milán en septiembre.
No todo fueron nubes grises
Aunque, con todo y todo, las utilidades operativas de Kering crecieron un 11% en el año, llegando a los €5,590 millones de euros. Además, se espera que incrementen su dividendo de €12 euros a €14 euros por acción.
Vía: The Wall Street Journal.