El deslumbrante mercado alcista de Estados Unidos: Implicaciones y riesgos para inversionistas mexicanos

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Cuando Donald Trump fue elegido presidente de los Estados Unidos el 5 de noviembre, la bolsa estadounidense se disparó a niveles sin precedentes. En poco más de un año, el valor de las empresas que cotizan en bolsa creció en unos asombrosos 4.2 billones de dólares (USD), equivalente a más que todo el valor de la Bolsa de Londres. El índice S&P 500 aumentó cerca de un 30% en 2024 y cotiza alrededor de 23 veces sus utilidades futuras. Este repunte se ha dado en paralelo con costos de financiamiento excepcionalmente bajos para compañías de mayor riesgo, cuyos rendimientos se negocian a diferenciales históricamente estrechos en comparación con los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Mientras tanto, Bitcoin superó en diciembre la marca de los $100,000 USD, evidenciando el apetito de los mercados por el riesgo, incluso con tasas de interés reales en terreno positivo.

Para los inversionistas mexicanos, este entorno presenta tanto oportunidades como riesgos. Estados Unidos es el principal socio comercial de México y sus mercados de capitales suelen influir en las tendencias globales y regionales. Comprender los factores que impulsan este espectacular repunte en Estados Unidos —y los nuevos riesgos que conlleva— es clave para construir portafolios resilientes.

Los dos motores: Innovación tecnológica y financiera

Uno de los principales impulsores de este rally han sido los gigantes tecnológicos de Estados Unidos. Los llamados “Siete Magníficos” —entre los que se incluyen empresas tan conocidas como Nvidia y Tesla— representan alrededor de un tercio de la capitalización total del S&P 500 y una cuarta parte de sus utilidades. Las ganancias de Nvidia están impulsadas por sus chips de inteligencia artificial (IA), mientras que Tesla sigue atrayendo inversionistas con sus vehículos eléctricos y proyectos espaciales. El entusiasmo del mercado se amplifica además con la inminente participación de Elon Musk en la administración de Donald Trump, generando optimismo sobre posibles políticas que favorezcan a las industrias de vanguardia.

Sin embargo, un catalizador menos comentado, pero igualmente poderoso, es la innovación financiera. Los Fondos Cotizados en Bolsa (Exchange-Traded Funds, ETFs), antes un producto de nicho, se han multiplicado de manera notable. Actualmente, los ETFs en Estados Unidos manejan aproximadamente 11 billones de dólares (USD) en activos y cada vez se especializan más en estrategias más especulativas. Algunos se enfocan en acciones individuales —ofreciendo exposición apalancada a compañías como Nvidia, Tesla e incluso MicroStrategy (que se endeuda por miles de millones de dólares para comprar Bitcoin). Estos ETFs especializados y apalancados tienen el potencial de amplificar tanto los rendimientos como la volatilidad.

Por otro lado, se está produciendo una transformación aún más dramática en los mercados privados. Proveedores de crédito privado —a menudo respaldados por grandes administradoras de activos o pólizas de seguros de vida— están expandiéndose a segmentos de préstamos tradicionalmente dominados por bancos. Esto está redefiniendo cómo se otorga el crédito a corporaciones e individuos, lo cual podría introducir nuevos riesgos de liquidez y de incumplimiento. Grandes administradoras de activos como BlackRock compiten cada vez más en estos sectores de préstamos privados, mientras que firmas de mercados privados como Apollo se están orientando hacia productos para inversionistas minoristas, incluyendo ETFs de crédito privado.

Riesgos de un entorno financiero en rápida evolución

Si bien estas innovaciones facilitan la disponibilidad de capital y diversifican las fuentes de financiamiento, también generan riesgos sistémicos. A mediados de la década de 2000, la ingeniería financiera centrada en valores respaldados por hipotecas ofrecía rendimientos atractivos y una distribución de riesgo aparentemente eficiente, pero desencadenó una crisis financiera global cuando se desplomaron los precios de la vivienda. La nueva generación de productos actuales —ETFs apalancados, vehículos de crédito privado y criptoactivos volátiles— podría concentrar riesgos ocultos de manera similar.

Los reguladores en Estados Unidos y en todo el mundo, incluyendo a las autoridades financieras de México, enfrentan el reto de supervisar un creciente grupo de instituciones financieras no bancarias que podrían ser sistémicamente importantes por su tamaño, interconexión y opacidad. Firmas cuantitativas como Jane Street y grandes fondos de cobertura multimanager como Citadel y Millennium dominan el mercado de creadores de mercado y estrategias de negociación sofisticadas, complicando aún más la supervisión.

Los vientos políticos en Estados Unidos podrían propiciar la desregulación, especialmente en áreas de rápido desarrollo como las criptomonedas. Esto complica la labor de los reguladores globales, incluyendo la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en México, que debe permanecer atenta a posibles contagios provenientes de mercados extranjeros más grandes e interconectados.

Lecciones para los inversionistas mexicanos

  • Enfóquese en valoraciones y concentración
    Las acciones estadounidenses, especialmente las de gran capitalización tecnológica, cotizan a valoraciones elevadas. Su gran peso en los índices de referencia significa que los portafolios mexicanos con fuerte exposición a estas acciones podrían enfrentar pérdidas considerables si el sentimiento cambiara repentinamente.
  • Maneje con cautela la exposición a ETFs
    Los ETFs apalancados y de nicho pueden ofrecer ganancias rápidas en un mercado alcista, pero también pueden ser extremadamente volátiles. Su rápida fluctuación puede amplificar los movimientos en los portafolios. Los inversionistas mexicanos deben ajustar el uso de estos ETFs a su tolerancia al riesgo.
  • Considere la liquidez en mercados privados
    Los fondos de crédito privado pueden ofrecer mayores rendimientos, pero su liquidez limitada y la incertidumbre sobre la calidad crediticia implican un mayor riesgo. Cuando los mercados se tensan, los activos que parecían seguros podrían volverse ilíquidos o enfrentar pérdidas más pronunciadas.
  • Manténgase alerta a cambios regulatorios
    Con la posibilidad de desregulación en Estados Unidos, podrían surgir brechas en la supervisión. Los inversionistas mexicanos que dependan de instrumentos financieros globales deben revisar periódicamente la información pública, las estructuras de los fondos y los últimos reportes regulatorios.
  • Planee para la volatilidad
    Los picos de volatilidad de un día en el mercado bursátil estadounidense —como el registrado en agosto, el más grande en su historia— muestran la rapidez con la que las operaciones apalancadas pueden deshacerse. Una diversificación sólida y la disciplina en el rebalanceo siguen siendo las mejores defensas contra sorpresas súbitas.

Conclusión

Aunque este auge ha generado rendimientos extraordinarios, incluidos los incrementos significativos en acciones de mega capitalización y en criptomonedas, la historia sugiere que los mercados rara vez mantienen un crecimiento tan frenético sin experimentar correcciones. Un solo informe de resultados negativo de una gran empresa tecnológica podría provocar una reacción en cadena, especialmente si los productos financieros innovadores resultan menos sólidos de lo que se anunciaba. Para los inversionistas mexicanos, esta combinación de innovación tecnológica y financiera en Estados Unidos subraya la importancia de la vigilancia, la diversificación y el enfoque en los fundamentos.

Además, los inversionistas que diversifican entre distintas clases de activos, regiones y vehículos de inversión, generalmente están en mejores condiciones para hacer frente a posibles turbulencias en cualquier segmento de mercado. Una estrategia de asignación de activos amplia puede suavizar los rendimientos y reducir el riesgo total de la cartera. Dada la complejidad de los productos financieros modernos —desde instrumentos de crédito privado hasta ETFs apalancados— navegar con éxito en estos mercados a menudo requiere la orientación de un asesor financiero profesional. Trabajar con un especialista en inversiones puede garantizar que la estrategia refleje los objetivos, la tolerancia al riesgo y el horizonte de inversión de cada persona, fomentando así un camino más estable hacia la creación de riqueza a largo plazo.

[1]  The Economist. (2024, December 11). America’s searing market rally brings new risks.

[2]  Bank of Mexico. (2024). Quarterly Report.

[3]  Bloomberg. (2024). S&P 500 soared nearly 30% in 2024.

[4]  International Monetary Fund (IMF). (2024). Global Financial Stability Report.

[5]  Bank for International Settlements (BIS). (2024). Annual Economic Report.

[6]  CNBC. (2024). Leveraged ETFs and private-credit risks

Autor

Julio Cacho

Autor

Julio Cacho

Miembro de la Facultad de Economía en Rice University, especialista en inversiones cuantitativas y gestión de riesgos con más de 20 años de experiencia. Ha publicado diversos artículos en revistas académicas. Actuario y Economista (ITAM) con Doctorado en Economía y Finanzas por Princeton University.