Cómo mantener la motivación cuando los resultados tardan en llegar

Sé parte de GBM Advisors

Comparte

Acompañar a tus clientes en los momentos de espera es uno de los retos más importantes como asesor financiero. Ayudarlos a conservar la calma, la motivación y la confianza cuando los resultados aún no se reflejan, es clave para construir relaciones sólidas y duraderas. En un entorno dominado por la inmediatez, la paciencia financiera se vuelve un activo cada vez más escaso y valioso que puede afectar incluso al inversionista más experimentado, y es aquí donde tu acompañamiento se vuelve esencial. 

Es natural que existan momentos de impaciencia o frustración, y la habilidad para guiar a tus clientes a través de estas fases es lo que marca la diferencia entre un buen asesor de uno excepcional.  

El primer paso es establecer expectativas realistas con tus clientes desde el principio. Un asesor responsable no promete rendimientos rápidos ni garantiza ganancias a corto plazo. Orienta y educa al cliente sobre la naturaleza de los ciclos del mercado, la volatilidad y la importancia de diversificar y mantener una visión a largo plazo. Esta educación temprana ayuda a prevenir frustraciones y reacciones impulsivas cuando los mercados no se comportan como se esperaba.

Un punto fundamental que debes considerar para mantener la motivación con tus clientes es reconectarse con el plan inicial. Cuando los resultados tardan, es el momento perfecto para recordarles sus objetivos financieros originales. ¿Por qué empezaron a invertir? ¿Es para la jubilación, la educación de sus hijos, la compra de una casa? 

Reconectar con esas metas personales ayuda a reforzar el propósito de su inversión. Revisa con ellos el plan financiero y explica cómo la estrategia actual sigue alineada para alcanzar esos objetivos, incluso si el camino es un poco más largo de lo previsto.

Aprovecha estos momentos para orientar y educar a tus clientes sobre los principios de inversión. Proporciona información relevante y fácil de entender que los guíe a tomar decisiones bien fundamentadas, en lugar de dejarse llevar por sus impulsos. Puedes compartir artículos, gráficos o análisis sencillos que refuercen la perspectiva a largo plazo.

Una vez que has logrado mantener la motivación con tus clientes, no olvides que el progreso no siempre se mide en ganancias monetarias inmediatas. Ayúdales a ver otras formas de avance que se pueden traducir en logros tales como: disciplina en el ahorro, reducción de deudas, adherencia al plan financiero original o un creciente entendimiento de su economía y planes financieros.

Recuerda que también puedes apoyarte en herramientas visuales, reportes personalizados y proyecciones a futuro para mostrar a tus clientes que, aunque los avances no siempre sean evidentes de inmediato, el camino está bien trazado y sus objetivos siguen en curso. 

En conclusión, como asesor financiero no solo gestionas portafolios, sino también emociones. Tu papel es clave para que los clientes no abandonen sus objetivos por impaciencia o miedo, y puedan cosechar los frutos de su disciplina en un futuro.

Autor

GBM Advisors