Por: GBM Media/EFE.
El 9 de diciembre de 2021 se inscribe en la historia de Starbucks por ser el día en que sus trabajadores votaron la creación del primer sindicato en la historia de la compañía.
Tres cafeterías habían solicitado por separado constituir sendos sindicatos, pero sólo dos, una ubicada en la avenida Elmwood de Búfalo y otra en la cercana localidad de Hamburg, lograron su propósito.
Victory at Elmwood, the first unionized Starbucks store in the United States—history made!!!
— SBWorkersUnited (@SBWorkersUnited) December 9, 2021
Quiénes están detrás de la creación del primer sindicato en la historia de Starbucks
Los trabajadores de estos dos Starbucks se fundieron en un abrazo salpicado de gritos, saltos y lágrimas al conocer el resultado favorable de la votación.
‘Es muy empoderador ver cómo otras mujeres lideran esta pelea. Es verdaderamente emocionante’, dice Casey Moore, una de las líderes de la lucha que logró la victoria.
Las declaraciones llegan mientras ella se muestra rebosante de energía, a pesar de que confiesa que las últimas semanas han sido agotadoras entre el trabajo y la lucha sindical.
Activistas
Moore tiene 25 años, y la firme idea de estudiar Derecho para especializarse en relaciones laborales.
Junto a otros camareros, formó el núcleo duro de la lucha por constituir el primer sindicato de la cadena en el país.
Otra de las activistas es Michelle Eisen, que lleva 11 años detrás de una barra de Starbucks.
¿De dónde salió la inspiración?
Moore explica que el movimiento se inspiró en la campaña de sindicación que en 2017 emprendieron con éxito los trabajadores de una cadena local de cafeterías, Spot Coffee.
‘Muchos camareros de Starbucks vieron lo que sucedió en Spot Coffee y los beneficios que obtuvieron y dijeron, tal vez esto sea algo que podamos hacer también’, dice, antes de resaltar que la gota que colmó el vaso llegó con la pandemia.
Los empleados, insiste, ‘trabajaban en condiciones peligrosas, mientras veían cómo Starbucks obtenía los mejores beneficios en años’ lo que empujó a la gente a ‘mostrarse dispuesta a levantarse y decir basta’.
Un compañero le propuso montar un sindicato y, una vez decidido dar el paso, los organizadores contactaron con Richard Bensinger, un veterano activista que aconseja a los empleados en sus intentos por formar sindicatos.
La reacción de la empresa
La ilusión de los jóvenes empleados chocó con la negativa rotunda de Starbucks, que la consideró como una traición a los principios que han hecho de la compañía el gigante que es.
La dirección comenzó a intentar torpedear la iniciativa en todas las instancias posibles y envío a decenas de responsables a una contracampaña destinada a convencer a los empleados de que votarán ‘no’ a la formación del sindicato.
Tras los resultados, la empresa emitió un comunicado en el que rechaza los supuestos efectos negativos que pudiera haber si el movimiento se generaliza dentro de la corporación.
Mientras, Moore no oculta que le encantaría que su lucha sirviera como ejemplo.
‘Creo que la gente de todo el mundo va a decir, mira, lo hicieron: Podemos hacer eso también. Y una vez que nos sentemos y negociemos un contrato con ellos, todo va explotar aún más’, concluye.