Cómo podría afectar a tus inversiones una eventual crisis del dólar 

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Durante décadas, los mercados financieros han basado su estabilidad en una premisa fundamental: la fortaleza y confiabilidad del dólar estadounidense. Inversionistas alrededor del mundo —desde Ciudad de México hasta Shanghái— han considerado los activos estadounidenses, especialmente los bonos del Tesoro, como refugios seguros ante la incertidumbre global. Aunque hoy aparecen dudas razonables en torno a esta estabilidad, conviene subrayar que las probabilidades de un colapso total del dólar continúan siendo bajas. 

Desde mediados de enero de 2025, el dólar ha caído más del 9% frente a las principales divisas globales, acelerándose notablemente en las últimas semanas. Esta depreciación, acompañada del aumento en las tasas de rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense, podría interpretarse como una señal de cautela. Normalmente, mayores tasas atraen capitales, aunque una caída simultánea en la moneda puede indicar que los inversionistas perciben un incremento del riesgo en activos financieros estadounidenses. 

Causas del aumento en la incertidumbre 

El origen de esta reciente incertidumbre está ligado a factores principalmente políticos y fiscales en Estados Unidos. Las políticas comerciales impulsadas por el presidente Donald Trump, caracterizadas por aranceles elevados y decisiones impredecibles, han generado incertidumbre en las cadenas de suministro globales y cierta presión inflacionaria. Aunque estas medidas crean ruido a corto plazo, la resiliencia histórica de la economía estadounidense no debe subestimarse. 

Adicionalmente, la situación fiscal del país muestra señales de alerta moderadas. La deuda pública neta ronda actualmente el 100% del PIB, y los recientes planes presupuestarios podrían aumentar aún más el déficit en los próximos años. Si bien estos factores son preocupantes, Estados Unidos mantiene recursos, instituciones y mecanismos para enfrentar estos desafíos, algo que históricamente ha hecho con éxito. 

Escenarios ante una crisis (improbable, pero posible) 

Un análisis reciente publicado por The Economist plantea escenarios en los cuales una crisis significativa del dólar podría materializarse si los inversionistas extranjeros deciden vender masivamente bonos estadounidenses. Estados Unidos deberá refinanciar aproximadamente 9 billones de dólares de deuda en el próximo año, una parte considerable en manos extranjeras. Si se diera una reducción sustancial de esta demanda, podría aumentar el costo financiero del gobierno estadounidense y afectar indirectamente la estabilidad financiera global. 

Aunque esta situación es motivo de atención, vale recalcar que sigue siendo un escenario improbable. La economía estadounidense todavía posee una profundidad y estabilidad estructural difícilmente reemplazable en el corto plazo. 

Posición de la Reserva Federal ante posibles turbulencias 

Ante turbulencias financieras, la Reserva Federal (Fed) tradicionalmente interviene como prestamista de última instancia, estabilizando el mercado y brindando confianza. Aunque hoy enfrenta un panorama desafiante debido al entorno inflacionario, sigue disponiendo de herramientas robustas para mantener la estabilidad del sistema financiero. 

Sin embargo, el margen de maniobra de la Fed podría reducirse temporalmente en caso de un agravamiento extremo de la situación fiscal. Aun así, es poco probable que esto ocurra sin una reacción preventiva efectiva por parte de las autoridades económicas y políticas. 

Implicaciones para los inversionistas mexicanos 

Para México, cuya economía se encuentra estrechamente ligada a la estadounidense, es fundamental monitorear de cerca la evolución del dólar. Una mayor volatilidad en la moneda estadounidense podría traer consecuencias para quienes tengan activos mayoritariamente en dólares, generando periodos de inestabilidad financiera transitoria. 

En este contexto, la mejor defensa frente a cualquier incertidumbre —aunque improbable— continúa siendo la diversificación. Distribuir inversiones de forma equilibrada entre distintas monedas, activos y mercados es una estrategia prudente que permite reducir riesgos, especialmente en tiempos de volatilidad. 

Es importante recordar que, a pesar de la incertidumbre actual, el dólar continúa siendo por mucho la moneda más importante del mundo. Hoy por hoy, no existe una alternativa inmediata capaz de reemplazar al dólar como divisa global dominante. 

Reflexiones finales: mantener la calma y diversificar 

Aunque los mercados financieros atraviesan regularmente periodos de incertidumbre, es importante analizar con serenidad y perspectiva cualquier riesgo emergente. La actual situación del dólar estadounidense amerita atención, pero no pánico. Recordemos que los escenarios de crisis profunda en una moneda tan fuerte como el dólar siguen siendo poco probables. 

La experiencia histórica muestra que la mejor protección ante incertidumbres financieras siempre es una cartera diversificada. Contar con una buena mezcla de activos y monedas ofrece protección en cualquier circunstancia económica. Finalmente, dada la complejidad y volatilidad del entorno global, resulta sumamente valiosa la guía profesional de un asesor financiero experimentado, capaz de apoyar decisiones sólidas y fundamentadas. 

  • The Economist, “How a dollar crisis would unfold,” 19 de abril de 2025. 
  • Committee for a Responsible Federal Budget, “Analysis of Recent Congressional Budget Proposals,” abril de 2025. 
  • Fondo Monetario Internacional, “World Economic Outlook,” abril de 2025. 
  • Banco de México, “Informe Trimestral Enero – Marzo 2025: Perspectivas de la Economía Mexicana ante la Volatilidad Internacional”. 

Autor

Julio Cacho

Autor

Julio Cacho

Miembro de la Facultad de Economía en Rice University, especialista en inversiones cuantitativas y gestión de riesgos con más de 20 años de experiencia. Ha publicado diversos artículos en revistas académicas. Actuario y Economista (ITAM) con Doctorado en Economía y Finanzas por Princeton University.