Nuevo impuesto de EE. UU. a la inversión extranjera: una peligrosa apuesta para los mercados globales

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Estados Unidos ha fungido históricamente como un pilar del sistema financiero internacional, atrayendo capital de todo el mundo gracias a su estabilidad económica, seguridad jurídica y mercados financieros amplios y líquidos. Sin embargo, ciertas disposiciones recientemente integradas en el presupuesto republicano podrían poner en riesgo este papel clave. Si se concretan estas propuestas, las consecuencias serían severas, no solo para los inversionistas internacionales, sino para la propia economía estadounidense y el resto del mundo. 

¿Qué propone exactamente la polémica “Sección 899”? 

La propuesta “Sección 899”, otorga al Secretario del Tesoro estadounidense la autoridad excepcional para gravar con impuestos, desde el 5% hasta el 20%, los intereses, dividendos y rentas que fluyen hacia inversionistas extranjeros. Dichos impuestos se aplicarán a países cuyos sistemas fiscales sean considerados “injustos”, una clasificación alarmantemente susceptible a interpretaciones políticas. Adicionalmente, otra cláusula impone un impuesto fijo del 3.5% a cualquier envío de dinero desde EE. UU. realizado por ciudadanos extranjeros. Esta iniciativa marca una escalada preocupante en los conflictos comerciales actuales, trasladando el frente de batalla de los bienes tangibles hacia los flujos de capital. 

Aunque a primera vista estas medidas pueden parecer simples tácticas de negociación política, cualquier inversionista prudente sabe que los impuestos, una vez introducidos, tienden a expandirse más allá de sus límites originales. La historia nos enseña claramente: lo que comienza como una imposición limitada, a menudo evoluciona en una carga financiera más extensa. 

 

¿Por qué es alarmante para los inversionistas mexicanos? 

Estados Unidos es, con diferencia, el destino más importante para las inversiones internacionales mexicanas. Nuestros fondos de pensiones, inversionistas institucionales y particulares de alto patrimonio dependen de los retornos tradicionalmente estables provenientes de acciones, bonos y bienes raíces estadounidenses. Un impuesto sobre los rendimientos enviados de vuelta a México significa inherentemente menores rendimientos netos, disminuyendo así el atractivo de estas inversiones tradicionalmente estables. 

Además, estos impuestos podrían erosionar gravemente la confianza del mercado. La posición estadounidense en las finanzas globales es particularmente delicada. Con inversionistas extranjeros poseyendo cerca de 62 billones de dólares en activos estadounidenses—casi el doble de lo que poseen los estadounidenses en el extranjero—una tributación agresiva podría generar dudas en la disposición de los inversionistas internacionales para financiar los crecientes déficits fiscales de Estados Unidos. Los extranjeros poseen actualmente alrededor de un tercio de la deuda pública estadounidense, unos 9 billones de dólares. Cualquier indicio de incertidumbre o imprevisibilidad política podría erosionar rápidamente esta confianza, elevando los costos del financiamiento y agravando aún más la crisis fiscal estadounidense. 

Desde una perspectiva más amplia, la medida pone en riesgo la eficiencia del sistema financiero mundial. Las acciones estadounidenses representan aproximadamente el 60% de la capitalización global del mercado bursátil. Limitar el acceso extranjero a los mercados de EE. UU. distorsionaría la asignación eficiente del capital global, debilitando la capacidad de los inversionistas para diversificar riesgos. Inversionistas en todo el mundo—incluyendo a los mexicanos—dependen de la estabilidad y amplitud únicas de los mercados estadounidenses para una diversificación prudente. Por lo tanto, medidas tan restrictivas no solo reducirían rendimientos, sino que también expondrían los portafolios a mayores riesgos sistémicos. 

Los defensores de la ley argumentan que precedentes similares ya han sido establecidos por otras naciones desarrolladas, que han impuesto impuestos digitales sobre empresas tecnológicas estadounidenses, provocando tensiones comerciales. Sin embargo, responder con medidas tributarias punitivas es un enfoque cortoplacista. Penalizar la movilidad del capital contradice intrínsecamente los principios del libre mercado, minando la prosperidad a largo plazo en busca de ganancias políticas efímeras. 

Los inversionistas entienden que el capital, al igual que el agua, fluye naturalmente hacia la oportunidad y la estabilidad. Cuando los gobiernos intentan restringir o gravar excesivamente estos flujos, el resultado siempre es perjudicial, reduciendo la eficiencia económica global. Los inversionistas mexicanos deben monitorear de cerca estos acontecimientos, reevaluando sus estrategias y buscando una diversificación cuidadosa para mitigar los riesgos potenciales derivados de este aislamiento financiero emergente. 

 

Conclusión 

Especialmente en períodos de incertidumbre generados por turbulencias políticas, los inversionistas logran mejores resultados cuando aplican una amplia diversificación en diferentes clases de activos y regiones geográficas. Una diversificación efectiva actúa como protección frente a cambios regulatorios y cargas tributarias inesperadas, fortaleciendo la resiliencia del portafolio. 

Además, navegar las complejidades de la inversión internacional exige una estrategia disciplinada y la asesoría informada de profesionales financieros experimentados. Los asesores especializados aportan un conocimiento crítico sobre las condiciones cambiantes del mercado, los cambios regulatorios y estrategias personalizadas alineadas con objetivos financieros de largo plazo, asegurando decisiones prudentes y la preservación del patrimonio en momentos de incertidumbre. 

Autor

Julio Cacho

Autor

Julio Cacho

Miembro de la Facultad de Economía en Rice University, especialista en inversiones cuantitativas y gestión de riesgos con más de 20 años de experiencia. Ha publicado diversos artículos en revistas académicas. Actuario y Economista (ITAM) con Doctorado en Economía y Finanzas por Princeton University.