Es innegable el valor que representa invertir el dinero. Hacer crecer el patrimonio y enfocarlo hacia diversos objetivos tiene mayores ventajas que solo ahorrarlo. A través de la inversión, puedes mantener y aumentar el valor de los recursos, así como reducir tiempo y esfuerzo al momento de conseguir las metas financieras de un cliente.
Este proceso, que antes se pensaba como una actividad inalcanzable para la mayoría de la población, o que requería una fuerte cantidad de dinero o procesos, se ha abierto y acercado a todos gracias a la tecnología.
Por eso es que, al escribir sobre inversiones en México, debemos mencionar el papel facilitador de la tecnología y la sinergia con la labor del asesor financiero, lo que resulta en el desarrollo del modelo híbrido el cual representa lo mejor de ambos mundos.
Por un lado, a través de una plataforma tecnológica, una porción de la cartera de inversión puede ser revisada directamente por el cliente y, al mismo tiempo, serás una figura de guía y liderazgo, abriendo la puerta a un nuevo nivel de asesoría financiera.
De acuerdo con la encuesta global de Wealth Management realizada por EY, el 37% de los clientes encuestados preferirá gestionar sus finanzas con un modelo híbrido, mientras que, en México, el 47% de los encuestados elige a la asesoría híbrida para seleccionar los productos en los que va a invertir, convirtiéndola en un catalizador de la profesión.
Las instituciones que ofrecen el esquema híbrido tienen una mejor posición en términos de lealtad y satisfacción de clientes. El 86% de los inversionistas en México que utilizan modelos híbridos perciben buena relación en cuanto a precio-valor en su asesoría, es decir, 10 puntos porcentuales por encima de aquellos que cuentan con asesoría tradicional. Sin embargo, la conducta financiera de la población aún tiene grandes áreas de desarrollo.
Identificando las oportunidades
Pero, a pesar de la penetración digital en México, el país aún tiene importantes áreas de oportunidad. Y es que es considerado el peor calificado, dentro del grupo G20, en cuanto a temas de educación financiera dentro de tres categorías: control financiero (uso de presupuesto y planeación financiera), resiliencia financiera (ahorro activo) y toma informada de decisiones (Gráfico 1).
Adicionalmente, existen otros factores que revelan el rezago financiero en México, destacando la poca cultura de inversión y la aversión al riesgo. Información del Banco Mundial revela que en nuestro país los activos invertidos en fondos mutuos representaban solo el 10% del PIB en el 2019 y, de los pocos mexicanos que están dispuestos a invertir (2%), la mayoría son muy conservadores, prefiriendo los instrumentos de deuda (67%) sobre los de renta variable.
Asesor fortalecido por la tecnología
Frente a este contexto, la mejor manera de aprovechar esta oportunidad y acercar la inversión a un mayor espectro de la población mexicana está en el asesor financiero, quien funge como el agente encargado de gestionar el patrimonio y como clave para democratizar el ecosistema de las inversiones.
No obstante, la brecha comparativa en la cantidad de asesores es enorme respecto a otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos hay 300 mil asesores financieros (50 mil independientes) y, si acotamos el comparativo a Latinoamérica, Brasil, potencia emergente de la asesoría, cuenta con 70 mil elementos (20 mil independientes), mientras que México está llegando apenas a 7 mil profesionistas (menos de 500 son independientes).
En este escenario, el valor como asesor es dar tranquilidad y confianza al inversionista, buscando un mayor rendimiento en su portafolio, ofreciéndole un espectro más amplio de oportunidad y brindando una experiencia integral para cuidar su patrimonio, hacerlo crecer y darle mayor libertad financiera.
Profesionalización de la asesoría en México: un factor determinante
Sabemos que la asesoría es fundamental para desarrollar la inversión en México, por eso, desarrollar esta labor depende de una característica importante: la profesionalización continua en la oferta de servicios.
Si bien algunas personas desconocen el valor del asesor, la figura está posicionándose como un vehículo efectivo para lograr objetivos financieros, de hecho, EY menciona que un 69% de sus encuestados están interesados en manejar sus finanzas con un asesor independiente.
Si añadimos lo anterior a que no tenemos suficientes profesionistas en este ecosistema en comparación con otros países, invertir en el desarrollo de esta actividad es una necesidad en México. La asesoría financiera siempre está en evolución constante, y entre todos estos cambios, existen habilidades clave para alcanzar el éxito, o lo que conocemos como el set de herramientas del asesor financiero:
- Empatía y comprensión. Los mejores asesores reconocen que cada cliente es único, así como sus necesidades y objetivos. Construir relaciones sólidas con ellos y desarrollar estrategias financieras personalizadas.
- Gran capacidad de comunicación Todo asesor debe poder explicar claramente los conceptos financieros, simples y complejos, a sus clientes, asegurándose de que comprendan las recomendaciones, y estén informados sobre los movimientos del mercado.
- Competencia técnica. Tener un conocimiento profundo de los productos financieros, las regulaciones y los mercados, permite tomar decisiones informadas y ofrecer un servicio de alta calidad.
- Pensamiento crítico. Como profesional financiero, es necesario analizar, evaluar la información de manera objetiva y llegar a conclusiones sustentadas para resolver problemas y encontrar soluciones innovadoras.
- Servicio al cliente. El asesor debe estar dispuesto a escuchar a sus clientes y estar disponible para responder a sus preguntas y ayudarles a transitar en el mundo financiero.
La asesoría profesional en México es un terreno poco explorado, pero tienes de tu lado la innovación tecnológica e infraestructura que brinda GBM, estamos comprometidos con el desarrollo de la profesión, habilitando nuevas prácticas.