¿Por qué sufrimos al perder? Conoce el sesgo de aversión a la pérdida

En la vida tomamos decisiones con el objetivo de ganar. De emociones como el miedo, ansiedad, arrepentimiento e incertidumbre se deriva uno de los sesgos cognitivos más recurrentes en finanzas: la aversión a la pérdida. 

Las emociones están ligadas a la toma de decisiones y, si nos vamos hacia el mundo de la inversión, es natural que las personas busquen incrementar o, al menos, no dañar su patrimonio. 

Definiendo el sesgo

La aversión a la pérdida es un fenómeno psicológico en el que las personas tienen una fuerte tendencia a dar más peso a las pérdidas antes que a las ganancias. A manera de ejemplo, buena parte de las personas prefieren no perder 100 pesos a encontrarse la misma cantidad. 

Este sesgo fue descrito por primera vez en 1972 por los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky, en su ‘Teoría prospectiva’, que sugiere que las personas no toman decisiones objetivas basadas en la probabilidad, sino influenciadas por las emociones que experimentan ante la posibilidad de ganar o perder.

La aversión a la pérdida puede afectar significativamente nuestras decisiones y conducir a elecciones perjudiciales. El miedo a dañar nuestro portafolio de inversión, y patrimonio, puede impedirnos tomar oportunidades bien calculadas, con un plan estructurado y objetivos claros.

La aversión tiene un alto impacto emocional. En México, donde poca población invierte, uno de los motivos principales es el miedo a perder su dinero ‘en una inversión riesgosa’. Condusef apunta que más del 60% de los mexicanos no quiere invertir porque teme perder todo lo que tiene. 

El asesor financiero frente a la aversión a la pérdida 

Aunque la aversión a la pérdida es importante —ha sido clave para la evolución humana— llevada al extremo también puede impedir el descubrimiento de soluciones innovadoras.

Como asesor financiero, debes identificar los distintos sesgos que existen, trazar un plan con las mayores probabilidades de lograr las metas del inversionista y mantener la disciplina conforme a los objetivos, evitando que las emociones se conviertan en un impedimento en el camino.

This too shall pass

‘Esto también pasará’ (This too shall pass) es un proverbio persa que nos obliga a recodar que los buenos y malos momentos son pasajeros. 

En la aversión a la pérdida, como asesor financiero, debes ayudar a tus clientes a entender que los peores días vienen seguidos de alzas; y quedarte fuera de esos momentos positivos implica que no lograrás los retornos esperados.

Por ejemplo, en 2018 se produjeron dos correcciones considerables en el mercado; el inversionista promedio perdió el doble que el índice S&P 500. Esta disparidad se puede atribuir, en gran medida, a que se vendían acciones por temor a nuevas pérdidas y, en consecuencia, se perdieron los rebotes del mercado.

Algo similar pasó en 2020. La incertidumbre generada por el COVID-19 llevó a los mercados a caer más de 20%. Quien vendió en el momento tuvo un impacto considerable en su portafolio, en cambio, quien fue asesorado de manera correcta pudo cerrar el año en terreno positivo, tal como lo muestra la siguiente gráfica.

Interfaz de usuario gráfica, Gráfico

Descripción generada automáticamente

Fuente: Charles Schwab

Reformular escenarios

Como asesor financiero debes evitar que emociones —como la incertidumbre— lleven a tus inversionistas a la aversión a la pérdida; juntos deberán identificar los distintos escenarios para racionalizar las decisiones.

Uno de estos escenarios es recordar que, incluso, no invertir conlleva una pérdida, especialmente en épocas de alta inflación, lo que reduce el poder adquisitivo del dinero. Esa pérdida puede ser significativa si tomamos lapsos de décadas.

Si bien existen momentos de alta volatilidad, como en 2020, las personas que se apegan a un plan, con una cartera diversificada, tienden a ser recompensados por el riesgo que han asumido.

Estrategia de salida

Otra forma de disminuir la presión es recordar que hay riesgos involucrados en las inversiones y muchos están fuera de tu control. Lo que sí puedes hacer es separar las emociones de la inversión; si bien no todos pueden hacerlo, tú como asesor financiero puedes ayudar a superar este sesgo.

Por ejemplo, tener una estrategia de salida definida podría ayudar a superar cualquier momento de incertidumbre y mitigar cualquier decisión mal informada o apresurada. 

Existen distintas formas para salir de una posición, una de ellas es tener listas las órdenes de stop loss para minimizar cualquier pérdida potencial; esta decisión puede ser clave para lograr rendimientos de largo plazo. 

Transmitir calma

También es importante transmitir calma. Tu cliente tendrá una perspectiva estable y disciplinada de largo plazo, aprenderá a invertir con menos miedo y con una mentalidad enfocada, lo cual se traducirá en más posibilidades de éxito. 

En la encuesta de EY-Parthenon en México se indica que el 53% de los inversionistas valora que su asesor le ofrezca confianza, empatía y una planificación financiera integral. Sin duda, tres claves para reducir la incertidumbre.En GBM Advisors te ayudamos a revolucionar tu esquema de asesoría financiera y a dar el paso a la independencia, autonomía y ser dueño de tu tiempo.

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