En las buenas y en las malas
Los hermanos mayores de First Republic, que enfrenta una crisis de confianza de inversionistas y clientes, salieron a su rescate invirtiendo $30,000 millones de dólares. El objetivo de esta inyección de dinero es brindar un colchón financiero que le ponga fin al pánico bancario. Los fondos se distribuyeron de la siguiente manera: JPMorgan Chase, Bank of America, Citigroup y Wells Fargo aportaron $5,000 millones de dólares, cada uno. Por su parte, Goldman Sachs y Morgan Stanley metieron $2,500 millones, respectivamente. Por último, BNY Mellon, PNC Bank, State Street, Truist y US Bank desembolsaron $1,000 millones.
¿Ya se siente mejor?
Como bien sabrás, los bancos ganan dinero prestando una parte de los depósitos de sus clientes. Bueno, pues el problema de First Republic es que prestó el 111% del dinero de sus clientes. No, no lo pusimos mal, el banco prestó más dinero del que tenía. Por si fuera poco, el 68% de sus depósitos no están asegurados por la FDIC. Para que te des una idea, en el caso de Silicon Valley Bank, esa cifra llegaba al 94%.
Estirando la cartera
Como el drama bancario no solo afectó a First Republic, la FED, en su papel de prestamista de última instancia, ha dado más de $300,000 millones de dólares a los bancos afectados: $142,800 millones fueron a garantizar los depósitos del colapsado Silicon Valley Bank, $152,850 millones en préstamos de corto plazo y casi $12,000 millones en el nuevo Bank Term Funding Program. A su vez, unió fuerzas con JPMorgan para darle financiamiento por $70,000 millones de dólares a First Republic.
Vía: The Wall Street Journal, Financial Times y CNN.