En el estudio de los mercados con bases en análisis técnico, la unidad principal de información es el precio, sin embargo, en un muy cercano segundo lugar aparece el volumen.
El volumen nos dará idea de la intensidad, o convicción, sobre el movimiento de un precio de determinado activo.
Como volumen entendemos a la cantidad de acciones operadas en un periodo de tiempo determinado, un día, semana, mes, etc.
Es importante observar el comportamiento del precio y volumen de un activo de forma simultánea. Al mirar el volumen de cerca podemos encontrar señales tempranas de cambios en el sentir del mercado.
Se considera que para que una tendencia alcista continúe, es necesario observar un patrón creciente en el volumen operado. En el caso de tendencias bajistas, el volumen operado suele ser mayor al inicio de una corrección.
El volumen es útil para identificar divergencias, y anticipar posibles cambios de tendencia. Si el precio de un activo muestra avances, pero el volumen no hace lo propio, podemos suponer que se ha alcanzado un balance, y/o una corrección se encuentra cercana.
Algunas reglas para considerar:
1. Si el precio y el volumen muestran patrones de crecimiento, es una buena señal.
2. El alza de un precio, acompañada de volumen cada vez menor, anticipa problemas.
3. Volumen creciente con poco impacto en el precio, después de un rally, puede anunciar un regreso.
4. El rompimiento de una resistencia, acompañada de mayor volumen siempre es buena noticia
5. El perforar un soporte con volumen creciente sugiere esperar a que el volumen baje para encontrar nuevo piso o equilibrio
En conclusión, el volumen puede ser una herramienta de gran utilidad para juzgar la validez del movimiento en precios. Puede ser un elemento de confirmación, así como de advertencia.