Siguiendo el sendero
Los últimos datos económicos fueron lo suficientemente optimistas para impulsar a la FED a bajarle dos rayitas a su agresividad y decidirse por un incremento a la tasa de tan solo 0.25%. Con el nuevo rango entre el 4.5% y 4.75%, los oficiales del banco central estadounidense esperan que este nuevo nivel ponga en marcha el proceso desinflacionario, aunque aún hay mucho trabajo por hacer. Según el presidente de la FED, Jerome Powell, la política monetaria tiene que avanzar con cuidado para evitar causar daño económico.
La cuesta sigue
La inflación sí se está relajando —en diciembre cayó al 4.4%— pero aún se encuentra muuuy lejos del 2% objetivo del banco central y con presiones para mantener ese nivel. Por lo que Powell dejó claro que habrá más incrementos en la tasa en lo que queda del 2023, o hasta tener la evidencia suficiente para determinar que la inflación y el crecimiento económico han comenzado una tendencia a la baja.
La luz al final del túnel
Si te acuerdas de tus clases de Economía, sabrás que la inflación no solo depende de la política monetaria. Una de las principales preocupaciones de los oficiales del banco central consiste en que la caída en la inflación se deba a la recuperación de las cadenas de suministro, y no a toda la estrategia monetaria. Otro problemita que tiene el banco central es el mercado laboral, ya que la tasa de desempleo aún se mantiene en 3.5%.
Vía: The Wall Street Journal.