Bienestar emocional, el diferenciador del asesor financiero
El valor de la asesoría financiera trasciende de los números, rendimientos, cuentas bancarias y llega hasta el bienestar emocional, con mejores relaciones y mayor felicidad personal.
En la encuesta del ‘True value of advice’, las personas que recibieron experiencia, consejos y asesoría financiera lograron:
- 13% más niveles de felicidad.
- 21% más tranquilidad.
- 20% más seguridad en decisiones de finanzas personales.
- 19% menos probabilidad de discutir con sus seres queridos.
La felicidad y tranquilidad, en temas financieros, son complejos para los mexicanos. De acuerdo con el ‘Reporte de Bienestar Financiero’, al mes, pasamos 14 horas y 51 minutos preocupados por estos temas, donde los puntos que más presionan son el dinero y el trabajo.
Como asesor financiero, la inteligencia emocional es crucial, en especial, en las interacciones con inversionistas. Las sensaciones que dejan juntas, escuchar lo que piensa un cliente, sus preocupaciones y objetivos, contribuyen a trazar metas.
La inteligencia emocional va más allá y establece la confianza que demuestra empatía, sensibilidad y compromiso con el bienestar. Sin duda, cuando, como asesores, conocemos nuestras emociones, podemos ayudar a otros a entender las suyas. Esto nos acerca a una visión integral u holística donde, no solo nos dedicamos a asignar activos en un portafolio de inversión, o en comprar o vender acciones.
La estrategia holística abarca aspectos, incluso, fuera de la asignación de activos tradicional. Va desde la elaboración de presupuestos, ahorro, inversión y estrategia fiscal; a través de valores, objetivos y tomando en cuenta todos los aspectos de la vida financiera de sus clientes, para lograr estrategias personalizadas de largo plazo.
Esta tendencia de planificación más personal y holística lleva más de una década aplicándose. Desde 2009, los asesores financieros dedicamos, al menos, el 25% de nuestro tiempo a lidiar con las emociones de los inversionistas durante nuestras reuniones.
Este valor e inteligencia emocional, junto con los puentes de confianza, nos ayudan a ganar más negocios y mantenerlos por períodos más largos. También es probable que conectemos de manera más auténtica con los inversionistas, lo que se traducirá en una mayor satisfacción y realización profesional.
El valor real de contar con nuestra asesoría es la tranquilidad que podemos brindar, la cual se hace acompañar de la sensación de seguridad y confianza sobre el futuro. Por ello, en momentos en que el mercado va al alza, nuestro deber es impedir que el inversionista llegue a la ‘codicia’, y evitar que se vuelva demasiado temeroso cuando los activos caigan con fuerza. Como asesor, debemos permitir a los inversionistas concentrarse en las cosas que pueden controlar, mientras mantienen sus emociones alejadas del proceso de inversión.
En GBM Advisors sabemos que el valor emocional es el diferenciador del asesor financiero. Serás quien ayude a los inversionistas a tomar las mejores decisiones.