Considerar la inversión como destino para el dinero ahorrado durante el año, o para aquellos ingresos adicionales recibidos al término de éste, puede ser clave para transformar el futuro, ya que poner a trabajar ese ingreso representa una forma de asegurar nuestra estabilidad financiera a largo plazo.
Con la llegada de las fiestas decembrinas, gran parte de la sociedad busca hacer frente a los gastos que esta temporada conlleva, o bien, cae en la tentación de realizar compras impulsivas para satisfacer deseos a corto plazo, por lo que, aunque esta época del año promueve una gran cantidad de gastos por realizar, también representa un buen momento para pensar en un mejor futuro, en el que la seguridad económica sea una constante y nos permita seguir disfrutando en plenitud de estos momentos.
Si bien, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, en nuestro país alrededor del 60% de la población cuenta con algún tipo de ahorro; la mayoría de ellos (54%) lo hacen de manera informal; lo que limita el crecimiento de ese dinero y, por el contrario, ocasiona que éste vaya perdiendo valor con el paso del tiempo resultado del impacto de la inflación.
En este contexto, es interesante analizar ¿por qué a pesar de que gran parte de la sociedad en México tiene el deseo de ahorrar, aún son millones de personas las que no hacen trabajar su dinero a través de la amplia gama de productos de inversión disponibles que les aseguran rendimientos?
A pesar de que existen múltiples beneficios por invertir, entre los que destacan: la protección del capital contra la inflación, el crecimiento del mismo y la posibilidad de generar rendimientos, aún son muchos quienes se muestran indecisos por empezar a invertir, ya sea por temor o porque consideran que no cuentan con el capital para hacerlo; de hecho, según datos de la Condusef, el 54% de la población en México considera que no tiene los recursos suficientes para comenzar a invertir.
Para ambos argumentos se pude dar respuesta. Para empezar, el temor al riesgo que puede presentarse al momento de comenzar a invertir, se afronta conociendo el perfil de inversionista que se tiene y los objetivos a corto o largo plazo establecidos, ya que, dependiendo de ello, es posible seleccionar instrumentos de inversión que respondan mejor a dicho perfil y necesidades, como es el caso de invertir en productos como los bonos gubernamentales, ideales para quienes tienen un temor al riesgo alto, mientras que las acciones pueden funcionar para quienes tienen un temor al riesgo bajo.
En cuanto al monto adecuado para comenzar a invertir, gracias a la democratización del acceso a los instrumentos de inversión impulsada por GBM, hoy es posible comenzar a crecer nuestro dinero con cantidades mínimas y en cuestión de minutos con tan solo un click.
Adicional a ello, una gran noticia con relación a las inversiones es que siempre se puede contar con la guía de un asesor financiero que acompaña a quienes desean invertir por primera vez, por lo que nadie tiene que hacerlo solo. Contar con asesoría personalizada que acompañe la toma de las decisiones ideales con base en características y necesidades particulares, es otra de las increíbles ventajas que ofrece GBM.
En esta temporada es importante invitar a quienes aún no se deciden a invertir, a mirar más allá del ahorro tradicional y tomar una decisión estratégica que puede marcar la diferencia para construir un futuro financiero sólido.