Recientemente, el Banco de México anunció una medida esperada por el mercado: la reducción de la tasa de interés intercambiaria en 25 puntos, pasando de 11.25% a 11%. Esta decisión, se esperaba desde hace tiempo como el comienzo de un periodo de ajustes cautelosos en las tasas de interés en nuestro país.
La determinación, adoptada durante la más reciente reunión de política monetaria, tiene implicaciones importantes para los inversionistas de diversos sectores, pues las tasas de interés son un factor determinante en el valor de cualquier activo o instrumento financiero, especialmente, en el caso de los activos de deuda como cetes y bonos, cuya valoración se encuentra estrechamente ligada a este punto de referencia.
La noticia ha causado revuelo sobre todo entre los inversionistas cautelosos que, durante los últimos dos años, se habían beneficiado de un aumento gradual en los rendimientos de los instrumentos de deuda a corto plazo que iban de la mano con la tasa establecida por Banxico, la cual no había cambiado desde febrero del 2021. Ahora, parece que estamos presenciando un cambio de tendencia, en el que estos instrumentos están proyectando rendimientos ligeramente más bajos de manera progresiva.
De hecho, según el análisis realizado por GBM, se estima que, aunque Banxico mantendrá una postura cautelosa, la tasa de referencia podría situarse entre 9.5% y 9.75% para el cierre de este año. Sin embargo, la posibilidad de futuros recortes dependerá en gran medida de los datos relacionados con una tasa de inflación moderada en nuestro país.
En este contexto, es fundamental tener en cuenta que no todos los activos responden de la misma manera a los cambios en las tasas de interés. Por ejemplo, durante el 2022 a pesar del aumento en las tasas de interés, se observaron rendimientos poco atractivos e incluso pérdidas en bonos de largo plazo.
Entonces, aunque los instrumentos de deuda a corto plazo ofrecerán gradualmente rendimientos más bajos, los de mayor duración podrían experimentar mejoras en su desempeño a medida que las tasas disminuyen. No obstante, es importante destacar que este rendimiento potencial está acompañado de cierto nivel de volatilidad.
Por otro lado, dado que el mercado ya había previsto esta disminución, a medida que se materialice, iremos viendo su efecto en el valor de los diferentes tipos de activos. Por lo tanto, es indispensable que los inversionistas mantengan su cartera diversificada. Además, es esencial no perder de vista la brecha entre el nivel de tasas en México y la inflación, que sigue siendo considerablemente alta, lo que beneficia a los inversionistas en instrumentos de deuda manteniendo un panorama atractivo para ellos.
En resumen, la disminución de las tasas de interés por parte de Banxico tiene un impacto directo en las decisiones de inversión. Cada inversionista deberá revisar a detalle cómo adaptar sus estrategias y diversificar sus carteras para que pueda aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos de acuerdo con este entorno económico y financiero.