Desafíos de 2024 y las ventajas de contar con asesoría financiera

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Con la llegada de los últimos meses del año, es natural que nuestra atención se enfoque en hacer un balance del camino recorrido. Tanto en el ámbito personal como profesional, tomarnos un momento para reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos superados se vuelve una práctica común.

Desde la perspectiva del asesor financiero, 2024 ha sido un año marcado por un constante dinamismo. Los últimos 11 meses han demostrado que el rol de un asesor cobra una relevancia aún mayor en contextos como el actual. En un entorno macroeconómico, social y político altamente volátil, nuestra labor ha sido fundamental para guiar a nuestros clientes a través de las incertidumbres que han surgido a lo largo del año.

Episodios como la caída del mercado bursátil global después del ajuste del Banco Central de Japón a su tasa de interés; el impacto de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y el surgimiento de tecnologías como la Inteligencia Artificial han causado movimientos importantes en el mercado financiero, que para algunos inversionistas pueden traducirse en pérdidas si no cuentan con la guía correcta.

Aunque la función de un asesor financiero es esencial en todo momento, en contextos como el actual su labor cobra una relevancia aún mayor. El estudio Advisors Alpha de Vanguard destaca que una de las cuatro áreas principales en las que los asesores agregan valor es en el aspecto emocional, específicamente en su capacidad para transmitir confianza y seguridad tanto en momentos de euforia como en aquellos de incertidumbre o estrés.

El mismo estudio señala que el trabajo de un asesor puede agregar hasta un 3% de valor al portafolio, una cifra que, en el contexto de México, podría ser incluso más alta. El valor que un asesor aporta no solo se refleja en las decisiones que toma, sino también en las que decide no tomar, en los movimientos que evita realizar y que, a menudo, protegen al inversionista de riesgos innecesarios.

Es común para un inversionista poco experimentado querer anticiparse al mercado, buscar la forma de minimizar pérdidas y/o maximizar ganancias, pero algo que ha dejado claro este año, es lo necesario que resulta para los asesores aterrizar al cliente y mantenerlo firme en los objetivos que se trazaron en un principio.

Como inversionista, la diferencia entre enfrentar estos tiempos por cuenta propia y hacerlo acompañado de un asesor, quien idealmente se convierte en un aliado estratégico más allá de lo puramente financiero, ha quedado más clara que nunca.

Por lo anterior, contar con un asesor financiero es una garantía de que los inversionistas están en las mejores manos para tomar decisiones informadas, siempre con una visión de largo plazo.

Autor

Eduardo Yglesias Aspe

Autor

Eduardo Yglesias Aspe

Cuenta con más de 16 años de experiencia en el sector financiero. Inició su carrera profesional en GBM como asesor en estrategia de inversión. Poco después, comenzó a liderar la primera plataforma digital de inversiones en fondos en México y, desde 2017 hasta la fecha, se ha dedicado a potenciar la asesoría financiera en inversiones a nivel nacional.