Es común que, cuando un mexicano está viajando por el extranjero, los locales hagan referencias a algunos aspectos de la cultura de nuestro país para intentar conectar con nosotros. Entonar una de José Alfredo cuando estamos en España, que te pregunten por El chavo del ocho en cualquier país de América Latina, la presencia constante de Verónica Castro en la televisión centroamericana, alguna referencia en Asia a la novela mexicana que se tradujo y fue un éxito allá o, quizá, algún comentario en Estados Unidos sobre los grandes exponentes de la música regional mexicana.
Es claro que México es una potencia cultural que ha tenido la capacidad de exportar estos elementos al mundo, promoviendo en el exterior la idea de lo que es “ser mexicano”. Una figura clave para llevar esos mensajes más allá de nuestras fronteras ha sido Televisa. Sin embargo, el gigante de la producción audiovisual también ha sido fundamental para forjar, poco a poco, la identidad mexicana entre los propios mexicanos. Expresiones como cantinflear o catafixiar, pasando por ese amor al futbol o lo melodramático de muchos pasajes de nuestra vida son solo algunas muestras de que, en efecto, Televisa es parte esencial de la vida de cualquier mexicano.
Hoy en The Story…. Televisa: clave para forjar la identidad mexicana
Los medios de comunicación en la creación de identidades
¿Cómo se construye una identidad? O más complicado aún, ¿cómo se construye una identidad colectiva? Esas preguntas han ocupado mucho espacio en el pensamiento de grandes filósofos de la humanidad, que buscan entender cuáles son los procesos mediante los cuales las personas y los grupos asumen como propias ciertas características de personalidad, rasgos culturales o formas de expresión.
Uno de los pensadores que más ha explorado estos temas es Hegel, quien señalaba que el proceso de creación de identidad de una persona no era propio, sino que partía de la construcción social que los demás hacen sobre tí. Es decir, la percepción que los otros tienen de tí es clave en la forma en que tú mismo te percibes. Eso quiere decir que en el proceso de construcción de identidades hay mucho margen para que factores externos afecten la forma en que nos reconocemos, ya sea como individuos o como parte de un colectivo.
Esos medios externos bien pueden ser la propaganda y los medios de comunicación; y sí, en México han funcionado los dos para ir forjando la identidad nacional. Los primeros 100 años de vida independiente, nuestro país atravesó por tensiones sociales como la Guerra de Reforma o la Revolución Mexicana que impidieron la consolidación de una identidad mexicana plena.
Así que no fue hasta entrado el siglo XX cuando, desde el gobierno, se empezó a construir un plan para establecer una identidad mexicana. Quizá el gran arquitecto de esto fue José Vasconcelos, primer secretario de Educación Pública y quien acuñó el polémico concepto de la “raza de bronce”; los mexicanos somos la mezcla entre lo europeo y lo indígena.
Varias de las obras más importantes del muralismo mexicano, como el mural de Diego Rivera en Palacio Nacional, fueron encargados por el primer secretario de Educación Pública, José Vasconcelos. Él recibió la encomienda del presidente Álvaro Obregón de crear una estrategia para contar la historia de México a través de la pintura para llegar a la población analfabeta del país.
Por décadas, los murales sirvieron para profundizar aquello que se concibió como “lo mexicano”, pero con la llegada de los medios masivos de comunicación, el mensajero cambió. Y es que los medios masivos han servido para resaltar algunos elementos de la identidad nacional que se buscan exaltar. Por ejemplo, las películas de guerra de Hollywood buscando alentar el patriotismo estadounidense o las históricas transmisiones y programas de la BBC que consolidaron la esencia británica.
Autores como Benedict Anderson y Stuart Hall han demostrado que los medios de comunicación son clave para que las personas se imaginen como parte de un colectivo, forjando así la identidad nacional. Y, en el caso de México, era lógico que un actor con tanta relevancia como Televisa fuera clave para la consolidación de la identidad de lo que es ser mexicano, incluso llegando a moldear algunos aspectos de esta mexicanidad.
De “La Voz de la América Latina desde México” hasta las novelas de Televisa
El 18 de septiembre de 1930, el sueño de Don Emilio Azcárraga Vidaurreta se vio materializado con el nacimiento de la XEW. La radiodifusora con sede en la Ciudad de México rápidamente se convirtió en uno de los grandes medios de entretenimiento para la población en México, que recién salía de la lucha revolucionaria y vivía un momento de institucionalización. El éxito de la W estuvo relacionado con lo variada de la programación, que incluía música en vivo, radionovelas y contenido noticioso.
La primera transmisión de la XEW contó con la locución de Leopoldo de Samaniego, quien inició el programa con “Buenas noches, bienvenidos”, seguido por la Marcha de la Alegría, interpretada por la Orquesta Típica de la Ciudad de México.
Con sus 5,000 watts de potencia, la XEW era fácilmente escuchada en varias partes del continente, por lo que fue clave para exportar la cultura mexicana al resto de Latinoamérica. El slogan de “La Voz de la América Latina desde México” no era en vano, pues la llamada W Radio fue clave para contar los grandes sucesos de nuestra región, así como potenciar mucha de la mexicanidad en el resto de Latam de la mano de grandes exponentes musicales como Jorge Negrete, Pedro Infante, Agustín Lara, María Félix, Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri” o Mario Moreno Cantinflas.
La gran capacidad de la XEW para demostrar algunas de las características más representativas de la mexicanidad no se perdió con la llegada de la televisión. A través de la pantalla chica, las telenovelas de Televisa han sido una herramienta poderosa para definir la identidad y los valores mexicanos. Estas producciones han retratado diferentes aspectos de la vida cotidiana, desde el amor y la familia hasta las clases sociales y los conflictos morales. Al exportar estas telenovelas a otros países, Televisa también ha difundido una imagen particular de lo que significa ser mexicano a nivel internacional. Claro, con su justa dosis de melodramatismo de por medio.
Las novelas más exitosas de Televisa
Televisa también ha sido el encargado de transmitir eventos nacionales importantes, como el Grito de Independencia y los partidos de fútbol de la selección mexicana. Toda esta carga no solo refuerza un sentido de unidad nacional, sino que también promueve un sentimiento de orgullo y pertenencia a la cultura mexicana. O qué decir de la capacidad de la televisora como plataforma clave para la promoción de artistas y la difusión de la música mexicana. Programas como “Siempre en Domingo” lanzaron a la fama a muchos íconos de la música en español, ayudando a definir el gusto musical y las tendencias culturales de varias generaciones de mexicanos.
Muchos de los programas más exitosos de Televisa han apostado por retratar uno de los valores más importantes del país y que, para muchos, es considerado el núcleo de la sociedad mexicana: la familia. Programas como En Familia con Chabelo o Siempre en Domingo se convirtieron en una especie de ritual que congregaba a las familias mexicanas alrededor del televisor.
Algunos datos de En Familia con Chabelo
Más allá de la cantidad de Muebles Troncoso que hay en los hogares mexicanos gracias a los regalos de Chabelo, o los enormes “cuates de provincia” que hay a lo largo y ancho del país, el legado cultural de En Familia ha sido enorme. Incluso, el Diccionario de Mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua incluyó en 2019 el verbo “catafixiar” para referirse al “intercambio de un objeto por otro, sin que necesariamente importe su valor”.
Incluso hoy en día, cuando la televisión compite con otras formas de entretenimiento como el streaming o las redes sociales, el poder de Televisa para seguir moldeando parte de la identidad mexicana es fundamental. El nacimiento de la nueva empresa TelevisaUnivisión, en enero de 2022, muestra que la televisora todavía juega un papel preponderante para la creación y reforzamiento de una identidad mexicana, aún cuando sea en ambos lados de la frontera. Con más de 30 millones de mexicanos y mexicoamericanos en Estados Unidos, Televisa se ha convertido en ese puente de conexión con su tierra para millones de paisanos.
Hoy vivimos un mundo hiperglobalizado, donde las nuevas generaciones están expuestas a industrias culturales de muchas latitudes que, a la postre, moldean sus gustos e identidades. ¿Cuál será el papel de Televisa para profundizar el sentimiento de mexicanidad en los más jóvenes? El tiempo lo dirá.