Hemos escuchado la máxima: Cash is King, y en el análisis fundamental coincidimos. En ocasiones puede haber empresas que registren ingresos, pero por su naturaleza, exista un desfase entre ingreso y cobranza.
El efectivo que entra a, o sale de, una empresa puede estar catalogado en tres grandes ramas:
Si bien es deseable que una empresa genere efectivo de manera consistente, es importante ver que no todo el efectivo es generado de la misma forma. Favoreceremos una empresa con una capacidad probada de generación de efectivo de operación, mientras que seremos empáticos ante una quema de efectivo por inversión en activos productivos o tecnologías, y seremos escépticos ante flujos de efectivo extraordinario por eventos no recurrentes.