Históricamente, a escala global, la participación de las mujeres en la economía ha sido menor en comparación con la de los hombres, ya que, en su mayoría, ellas no generaban y gestionaban riqueza.
México no ha sido la excepción, sin embargo, poco a poco las mujeres han ganado terreno posicionándose cada vez más en el ámbito laboral. De acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), la tasa de participación económica de las mujeres ha oscilado entre 40% y 45% en los últimos 17 años, y se espera que esta cifra vaya en aumento.
La inclusión de las mujeres en la economía de nuestro país no sólo es un derecho para ellas, también representa una significativa oportunidad de mercado, pues de acuerdo con estimaciones también del IMCO, si para 2030 se sumaran 8.2 millones de mujeres a la economía, el PIB de México podría ser 15% mayor al PIB obtenido en 2020.
De esta forma, aumentar el ingreso nacional atribuible a las mujeres en un 31% en los próximos años, equivaldría a, por lo menos, 122 mil pesos anuales por cada mujer que se incorpore al mercado laboral, representando una importante derrama económica hacia otros sectores.
En palabras de Alicia Arias, CFA – Directora de Adquisición de Asesores en GBM y co-fundadora de Mujeres en Finanzas, durante su participación en el panel “Inclusión y Liderazgo: el rol de las mujeres en las finanzas inclusivas y sostenibles” del Festival de Financiamiento Sostenible 2023; de acuerdo con un estudio de BCG, el 32% de la riqueza global está en manos de mujeres y está creciendo en tasas aceleradas 1.5 más rápido que la de los hombres.
Entonces, si en la actualidad las mujeres ya generan riqueza ¿por qué la participación de ellas es tan baja en inversiones? pues siguiendo un dato de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), solamente el 0.07% de ellas tiene acceso a un fondo de inversión y 0.5% a un producto financiero de depósito a plazo, en comparación con el 1.6% y 2% de los hombres.
De acuerdo con Alicia Arias, esta baja participación en inversiones, además de temas estructurales por la falta de educación y cultura financiera, se debe al limitado acceso de las mujeres a las inversiones y al poco entendimiento que hay por parte del sector financiero de ellas, por lo que es necesario hacer un cambio drástico, considerando la importancia del enfoque de género en las instituciones financieras al ser un negocio de mercado poco explorado.
Alicia recomendó romper muchos mitos que existen alrededor del género femenino en las finanzas, como la falta de suficiente capital para invertir o el miedo a las inversiones; además, aseguró que el acompañamiento de un profesional es vital para continuar con la labor educativa de impulsar a las mujeres a que inviertan de acuerdo a su perfil y mantengan la disciplina para alcanzar sus metas.
Así, con la finalidad de democratizar las inversiones, en GBM, siguiendo el firme propósito de hacer de México un país de inversionistas, se realizan esfuerzos diarios por estar a la vanguardia y ofrecer productos innovadores que diversifican el portafolio de inversiones para mujeres y hombres que, gracias a la amplia oferta de productos financieros; el uso de las mejores herramientas tecnológicas; y, el acompañamiento de calidad en asesoría financiera, hoy pueden ver rendimientos en su patrimonio.
Finalmente, las mujeres tienen un gran potencial en el ámbito financiero y ello representa un próspero negocio de mercado que aún es incipiente, pero que tiene bases sólidas para lograr consolidarse.