16 de mayo
Actualizado: ayer a las 3:24 pm

The Story
UNIQLO: La sencillez como esencia
La empresa conocida originalmente como Unique Clothing Warehouse, nació con el propósito de ofrecer a los consumidores la posibilidad de vestir con calidad sin invertir horas en combinar un guardarropa demasiado complejo.
Desde sus inicios en Hiroshima, en 1984, UNIQLO ha crecido hasta convertirse en una de las principales compañías de la industria, colocando a su fundador, Tadashi Yanai, entre los hombres más ricos del planeta.
Hoy en The Story de GBM… exploramos el ascenso de este gigante japonés y descubrimos cómo el énfasis en la atemporalidad, la innovación y la mejora continua le ha permitido diferenciarse en un mercado plagado de tendencias efímeras.
Ofrecimiento de una solución
La filosofía inicial de UNIQLO se definió a partir de la idea de vender prendas sencillas y asequibles, capaces de integrarse en la vida cotidiana de cualquier persona. En lugar de inundar el mercado con cambios constantes de temporada, la empresa se concentró en básicos funcionales que brindan comodidad y estabilidad.
Bajo la guía de Tadashi Yanai, la marca se presentó como una alternativa confiable para quienes buscaban ropa esencial sin sucumbir a la velocidad de las tendencias pasajeras.
El elemento clave fue la “repetición mejorada” de productos: Cada temporada, UNIQLO introducía ajustes graduales en diseños y tejidos, lo que fortaleció la confianza de sus clientes. Esta estrategia permitió a los compradores regresar a la tienda y reencontrar su playera favorita, ahora con un tejido más avanzado o detalles mejorados.
De acuerdo con la revista Forbes, Tadashi Yanai, fundador de UNIQLO, es el hombre más rico de Japón, con una fortuna que rebasa los 45,000 millones de dólares. Yanai considera que su compañía es más una empresa de tecnología que de moda, pues aplica la innovación al desarrollo de prendas básicas para sostener su crecimiento global.
Al mismo tiempo, la compañía mantuvo procesos de producción meticulosos, lo que logró un equilibrio entre calidad y costo para sostener precios competitivos sin sacrificar los estándares que sustentaban su prestigio.
Lifewear: diseño básico y continuo
UNIQLO acuñó el término “Lifewear” para describir prendas que acompañan la rutina diaria sin abrumar con excentricidades. Para los climas fríos, la línea HEATTECH retiene el calor corporal; en ambientes cálidos, AIRism aporta ligereza y transpirabilidad.
En lugar de apostar por cambios drásticos, la marca incorporó mejoras graduales entre colecciones, añadiendo hilos más ligeros o costuras ergonómicas. Así, los usuarios obtuvieron una experiencia de compra estable y confiable, sin necesidad de seguir tendencias complicadas.
Esta filosofía sedujo al consumidor japonés y fomentó la rápida expansión de UNIQLO a mercados internacionales. A inicios de los 2000, la compañía incursionó en China, donde presentó su modelo de precios accesibles y calidad confiable. Luego dio el salto a Europa y Norteamérica, empezó a competir con gigantes como Zara y H&M con un estilo minimalista, bien orquestado en logística, y con colaboraciones puntuales de prestigio. Diseñadores como Jil Sander o Christophe Lemaire aportaron frescura al catálogo sin sacrificar la esencia básica que define a la marca.
Según Fast Retailing, la empresa dueña de UNIQLO supera los $19,000 millones de dólares en ventas anuales, posicionándose entre las líderes del sector textil por capitalización bursátil. Diversas firmas de análisis, incluidas Bloomberg Intelligence y Euromonitor, atribuyen ese éxito a su énfasis en básicos y a una cadena de suministro disciplinada, centrada en la planeación rigurosa de inventarios. Para quienes buscan exposición a este modelo de negocio, Fast Retailing (FRCOY) está disponible en GBM Trading USA.
Hasta noviembre de 2024, UNIQLO gestionaba 2,541 tiendas en dos segmentos distintos: las operaciones locales en Japón, con un total de 803 tiendas, y las operaciones internacionales, que abarcaban 1,738 tiendas. China se destacaba como su mercado principal en el ámbito internacional.
Total de tiendas UNIQLO a nivel mundial por año fiscal

El logro de la sencillez con la complejidad logística
La incursión de UNIQLO en la metodología Just in Time (JIT) se inspiró en modelos de la industria automotriz. A diferencia de la mayoría de las empresas de moda, que organizan su producción según temporadas, la firma japonesa colabora estrechamente con TORAY, un gigante del sector textil, cuyas fábricas operan de manera continua durante todo el año.
Para lograrlo, tuvo que adaptar su cadena de suministro de tal modo que la manufactura pudiera mantenerse activa de forma continua y ajustarse ágilmente a la demanda real.
En lugar de atarse a compromisos estrictamente estacionales, UNIQLO combina la estrategia JIT con sistemas de pronóstico que rastrean a detalle las ventas semanales en cada una de sus tiendas. Esta vigilancia constante permite a la marca fabricar únicamente las cantidades necesarias, lo que redujo el almacenamiento y evitó la acumulación de mercancía sin salida comercial.
Si un producto no despierta el interés esperado, la empresa puede reciclarlo, rediseñarlo o lanzar una nueva alternativa con rapidez, gracias al funcionamiento ininterrumpido de las fábricas de TORAY. El objetivo es no saturar los almacenes y, al mismo tiempo, ofrecer un surtido homogéneo, sin importar si la prenda se vende en Tokio o París.
Este modelo, basado en la optimización de recursos y la producción bajo demanda, difiere del enfoque de Zara, que también utiliza principios de JIT pero centrados en la máxima rapidez. Mientras Zara genera colecciones en plazos de aproximadamente 15 días y produce en lotes pequeños para rotar diseños velozmente, UNIQLO prioriza siluetas básicas con una vida útil más extensa.
Por su parte, H&M apuesta por el gran volumen y los bajos precios, gracias a costos ajustados y producción masiva. En el caso de UNIQLO, el énfasis recae en la calidad y en la continuidad de un catálogo que no se renueva drásticamente cada pocas semanas, sino que evoluciona de manera incremental.
La consecuencia de esta filosofía se refleja en una cadena de distribución que une el ritmo de producción continua con la demanda fluctuante, lo que permite el envío simultáneo de prendas a diversos continentes. En términos económicos, la optimización de inventarios reduce costos de almacenamiento, pero requiere una inversión notable en tecnología para pronosticar ventas y agilizar el intercambio de datos entre tiendas, centros logísticos y fábricas.
Al final, el modelo Just in Time de UNIQLO aporta la estabilidad necesaria para ofrecer la misma chamarra o camiseta en Shanghái y Berlín, lo que respalda la promesa de uniformidad global y fortalece la imagen de la marca como una opción confiable que escapa a la vorágine de la moda rápida. Esto lo diferencia de otros gigantes, y lo ha impulsado a consolidarse como el tercer jugador de moda que genera más ventas.
Ventas de UNIQLO contra otros competidores en la industria de la moda

Nuevas fronteras y un modelo atemporal
UNIQLO aspira a consolidarse en mercados emergentes, donde rivaliza con operadores digitales y otras marcas de moda rápida. Su factor diferencial es la consistencia, anclada en el perfeccionamiento progresivo de tejidos y diseños, respaldada por una logística global que responde a las fluctuaciones de la demanda. Esta postura atrae a quienes buscan un guardarropa confiable y libre de los sobresaltos propios de las tendencias pasajeras.
La digitalización y la demanda de transparencia han añadido más complejidad a la expansión. La compañía trabaja para equilibrar innovación y responsabilidad social, esforzándose en ofrecer garantías de sostenibilidad ambiental y laboral. Mantener el ritmo de mejoras sin apartarse de su esencia minimalista será crucial para competir en regiones donde el precio es un factor determinante.
La historia de UNIQLO es evidencia de que la sencillez puede prosperar en una industria marcada por la inmediatez. Su fórmula, basada en la evolución constante de prendas esenciales, y su penetración en mercados internacionales, han consolidado su reputación como referente de la moda funcional. A futuro, la marca tendrá que reforzar su compromiso con la sostenibilidad y la innovación digital para no sacrificar aquello que la hizo popular: ropa confiable, pensada para la vida de las personas sin complicaciones.
En un universo saturado de colecciones efímeras, UNIQLO ofrece la certeza de encontrar un producto atemporal, mejorado con sutileza en cada edición. La permanencia de la marca en lo más alto dependerá de su capacidad para conjugar tecnología y responsabilidad social, a la vez que adopta nuevas herramientas sin renunciar a su identidad minimalista.
Esta combinación le ha permitido atraer a millones de consumidores en busca de una experiencia de compra clara y duradera, demostrando que la simplicidad puede mantener su vigencia incluso ante un mercado en constante transformación.
Al final, UNIQLO también mira hacia su propia renovación creativa para reforzar su liderazgo en la moda funcional y atemporal. Recientemente, la marca nombró a Clare Waight Keller, reconocida por su paso en diversas firmas de lujo, como su nueva directora creativa. Este movimiento sugiere un interés por integrar influencias de alta gama dentro de su propuesta de básicos, con la intención de seguir atrayendo a un público global y diverso. Según The Business of Fashion, la llegada de Waight Keller podría impulsar el diseño de UNIQLO hacia una mayor sofisticación, sin descuidar la esencia práctica que la ha caracterizado.