14 de mayo

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The Story

Más allá del mar: Royal Caribbean y la nueva experiencia de viajar en cruceros

La industria de cruceros ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas. De ser un medio de transporte a convertirse en una experiencia turística completa que combina lujo, entretenimiento y destinos exclusivos.

15 ABR 25

10 MIN DE LECTURA

Royal Caribbean, una de las principales compañías del sector, ha liderado esta transformación a través de inversiones estratégicas en sus barcos y también en los puertos que visita, como parques temáticos e islas privadas. Un ejemplo reciente es la inversión de $1,500 millones de dólares en Perfect Day México, un destino exclusivo que desarrollará en Mahahual, Quintana Roo. Este proyecto, conectado al Tren Maya, refuerza su estrategia de ofrecer experiencias personalizadas y consolida el papel de México como punto clave en sus rutas por el Caribe.

El renacimiento de los cruceros: una industria en auge

Recorrer el mundo a través de los mares ha sido un sueño constante en la historia de la humanidad. Desde aquellas incipientes embarcaciones construidas con cañas y maderas que le servían a las culturas de la antigua Mesopotamia para recorrer las aguas del Eúfrates y el Tigris, hasta las apasionadas historias de amor sobre los barcos de vapor como las que nos regaló Rose y Jack en Titanic, los barcos siempre han ocupado un lugar privilegiado en la historia de las civilizaciones. 

Quizá sea el misticismo que genera la inmensidad de los mares o la incertidumbre que genera pensar en las aventuras que se encontrarán tras llegar a un nuevo puerto, pero navegar siempre ha inspirado a grandes exploradores. Uno de ellos fue Ed Stephan, un empresario de la industria de la hospitalidad originario de Wisconsin que en 1968 transformó por completo la forma de hacer turismo. 

Fue en ese año cuando se unió con tres noruegos, dueños de distintas embarcaciones, para crear una línea de cruceros cuyo objetivo era ofrecer largos viajes trasatlánticos desde Europa hasta las cálidas aguas del Caribe. Fue así como nació Royal Caribbean, una empresa que desde la realeza de su nombre se puso como objetivo ofrecer altos estándares de servicios turísticos para sus clientes.

La primera embarcación de Royal Caribbean fue el Song of Norway, un buque que zarpó del puerto de Miami el 7 de noviembre de 1970. Este barco fue retirado en 2013, cuando ya utilizaba el nombre MS Formosa Queen. 

Royal Caribbean cimentó su éxito en la larga tradición noruega de los viajes por el mar. Con esa esencia vikinga para atravesar las aguas, Royal Caribbean comenzó construyendo tres cruceros que revolucionaron la industria con cubiertas al aire libre, salones interiores con vistas 360 grados, además de un diseño que permitió combinar a la perfección barcos de alta velocidad con eficiencia de combustible. Esto hizo que Royal Caribbean rápidamente se posicionara como una de las navieras más importantes del mundo, hasta que la pandemia la obligó a suspender operaciones por meses.

Tras los desafíos presentados por la pandemia de COVID-19, la industria de cruceros ha demostrado una notable capacidad de recuperación. En 2024, las principales compañías como Royal Caribbean, Carnival y Norwegian reportaron ingresos combinados de más de $50,000 millones de dólares, superando por primera vez los niveles previos a la pandemia. 

Este resurgimiento se atribuye a la creciente demanda de experiencias de viaje únicas, así como al aumento de la confianza de los consumidores en las medidas de seguridad implementadas a bordo. A ello se suma el mayor interés por el turismo multigeneracional, en el que familias completas eligen los cruceros por su versatilidad, seguridad, variedad de actividades para todas las edades y por ser un paquete todo en uno que atiende a cada integrante de la familia.

En 2024, la industria de cruceros transportó a más de 31 millones de pasajeros a nivel global, reflejando una recuperación sólida y superando las cifras registradas antes de la emergencia sanitaria.

Este repunte también ha sido impulsado por una oleada de innovación tecnológica. Desde el embarque digital hasta aplicaciones que permiten gestionar itinerarios, comprar y hacer reservas antes de abordar, la tecnología en Royal Caribbean mejora la experiencia del usuario desde antes del viaje y optimiza las operaciones a bordo.

Royal Caribbean ha implementado sistemas de inteligencia artificial para asignar camarotes, gestionar flujos de personas en áreas comunes y personalizar ofertas comerciales para sus pasajeros durante el viaje. Además, se ha posicionado como la compañía con la mayor inversión en CAPEX programado para los próximos años dentro de la industria de cruceros. Sus planes de expansión incluyen la construcción de nuevos barcos insignia y la modernización de su flota existente. Actualmente, la empresa opera la familia de cruceros más grande del mundo, encabezada por el "Icon of the Seas", el barco más grande jamás construido.

Esta clase de barcos no sólo redefine el lujo y el entretenimiento a bordo, sino que también representa el estandarte tecnológico y operativo de toda la industria. El mercado de inversionistas ha reconocido a Royal Caribbean, con el ticker RCL*, como la compañía con mejores  perspectivas de crecimiento, lo cual se ha reflejado en su capitalización histórica de mercado.

Royal Caribbean incorporará nuevas unidades como el Utopia of the Seas y futuras embarcaciones de la clase Icon entre 2025 y 2028. Cada una podrá transportar hasta 7,600 pasajeros, con sistemas energéticos más eficientes y una oferta de entretenimiento sin precedentes. En comparación con sus principales competidores, la compañía destina más del 25% de sus ingresos anuales a CAPEX, frente al 15%-18% de Carnival y Norwegian.

Con una inversión superior a los $10,000 millones de dólares en CAPEX planeada para los próximos cinco años, Royal Caribbean lidera la carrera por modernizar y ampliar su flota a nivel global.

Islas privadas y parques temáticos: diversificación estratégica

Royal Caribbean ha apostado por una estrategia de diversificación invirtiendo en destinos que complementan sus itinerarios marítimos con experiencias únicas. Un ejemplo emblemático es “Perfect Day at CocoCay”, una isla privada en las Bahamas diseñada para ofrecer a los pasajeros actividades personalizadas, desde parques acuáticos hasta playas de lujo pensadas para distintos perfiles de viajero.

Las líneas de cruceros han invertido al menos $1,500 millones de dólares desde 2019 en la expansión y mejora de escalas privadas en el Caribe, abarcando más de 15 islas y playas en destinos como Bahamas, Belice, República Dominicana, Haití y México.

Estas inversiones permiten a la compañía controlar la experiencia del cliente de principio a fin, lo que incrementa la satisfacción y, al mismo tiempo, genera nuevas fuentes de ingresos. La compañía ha replicado este modelo en otros destinos del Caribe, evalúa hacerlo en Asia y en Sudamérica, con el principal objetivo de  adaptarse a las particularidades culturales y naturales de cada región.

Además del control sobre el entorno, estas inversiones permiten una integración logística y operativa que maximiza los ingresos por pasajero. Las excursiones, experiencias gastronómicas, zonas VIP y tiendas dentro de estos desarrollos están diseñadas para estimular el consumo y prolongar la estancia de los visitantes, diferenciándose de los puertos tradicionales en los que los cruceristas exploran las ciudades por su cuenta. También le permite a la compañía operar con menores riesgos regulatorios y sanitarios, ya que se reduce la exposición a factores externos.

¿Cómo va la industria naviera en México?

En octubre de 2024, Royal Caribbean anunció una inversión de $1,500 millones de dólares en el puerto de Mahahual, en Quintana Roo. Este proyecto busca impulsar la economía turística en el sur del estado, vinculando esta inversión con el Tren Maya y la expansión turística en la región sureste.

La nueva infraestructura incluirá un parque temático estilo CocoCay, un centro de operaciones logísticas y una terminal de cruceros de última generación con capacidad para atender simultáneamente a más de 20,000 pasajeros.

La inversión de Royal Caribbean en Quintana Roo forma parte de un compromiso más amplio de empresas estadounidenses, que anunciaron inversiones  superiores a $20,000 millones de dólares en México para 2025, abarcando sectores como energía, turismo, infraestructura y tecnología.

El proyecto también busca generar empleos permanentes y temporales, con una estimación de más de 4,000 fuentes de trabajo directas durante su etapa de construcción y operación. Asimismo, se anticipa un fuerte impacto en las comunidades locales, con mejoras en conectividad, capacitación laboral e impulso al comercio regional. Este tipo de desarrollos integrales posicionan a México no sólo como un destino turístico, sino como un socio estratégico en el crecimiento de la industria global de cruceros.

El nuevo modelo de negocio: integración vertical y diversificación de ingresos

La estrategia de Royal Caribbean de invertir en destinos exclusivos refleja una tendencia hacia la integración vertical en la industria de cruceros. Al desarrollar y controlar destinos terrestres, la compañía no sólo mejora la experiencia del cliente, sino que también diversifica sus fuentes de ingresos más allá de la venta de boletos.

Actividades en tierra, excursiones y servicios premium en estas islas privadas contribuyen significativamente a los ingresos totales. Incluso los datos de navegación y consumo de los pasajeros son utilizados para crear experiencias cada vez más personalizadas, lo cual incrementa tanto la satisfacción como el ticket promedio por cliente.

Se estima que el 60% del gasto total de los pasajeros en cruceros ocurre fuera del barco, en actividades en tierra, lo que impulsa las inversiones en islas y parques propios.

Asimismo, la compañía ha comenzado a explorar nuevas líneas de negocio como membresías exclusivas, paquetes de lujo con experiencias únicas en tierra, y alianzas con marcas de alto perfil para licenciar espacios o eventos dentro de sus islas privadas. Esta evolución convierte a Royal Caribbean en mucho más que una naviera; se está transformando en una plataforma de hospitalidad y entretenimiento de alcance global

Retos y oportunidades futuras

A pesar del éxito en la diversificación y expansión, Royal Caribbean enfrenta desafíos en términos de sostenibilidad y competencia. Las inversiones en islas privadas han generado debates sobre el impacto ambiental y la relación con las comunidades locales. Además, la competencia con destinos turísticos tradicionales y otras líneas de cruceros que adoptan estrategias similares obliga a la compañía a innovar constantemente y mantener altos estándares de servicio.

La industria ha mostrado una importante recuperación postpandemia, con el número de pasajeros, lo que muestra un crecimiento sostenido, mismo que se espera continúe en futuros años, de acuerdo a diversos análisis.

En materia de sostenibilidad, Royal Caribbean ha iniciado proyectos para operar con energía limpia en sus islas privadas, reducir las emisiones de sus embarcaciones mediante el uso de gas natural licuado (GNL), y la creación de programas de conservación marina en los entornos donde opera. También enfrenta el reto de adaptarse a nuevas regulaciones ambientales, sobre todo en Europa, donde se imponen cada vez más restricciones sobre los residuos y las emisiones de los cruceros.

Se espera que la industria de cruceros alcance un valor de mercado de $120,000 millones de dólares en 2028, impulsada por el turismo de lujo y experiencias familiares.

La inversión de Royal Caribbean en México y su enfoque en destinos exclusivos subrayan una evolución en la industria de cruceros hacia modelos de negocio más integrados y diversificados. Estas estrategias no sólo buscan mejorar la experiencia del pasajero, sino también fortalecer la posición financiera de la compañía en un mercado cada vez más competitivo. En un entorno global donde la diferenciación y la sostenibilidad son clave, Royal Caribbean se posiciona como un líder que navega hacia el futuro con visión, escala y ambición.

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