Compartir hogar puede resultar más económico, y buena opción, para esa transición entre la casa de tus padres y tu vida independiente. Sin embargo, vivir con alguien que no es de tu familia, requiere de reglas y acuerdos para llevar una buena convivencia y, sobre todo, mantener tus finanzas personales saludables.
Si ya decidiste compartir tu espacio y gastos con roomies, es importante que tomes en cuenta los siguientes puntos, así evitarás malos entendidos en un futuro.
Antes de todo…
Es importante que definas qué tan lista o listo estás para independizarte. Recuerda que para conseguir una convivencia armoniosa, entre tú y tus roomies, es útil saber qué tan preparadas están sus carteras para su nueva etapa.
Considerar este paso es bueno ya que, asumir la responsabilidad de mantener los servicios de una vivienda de forma equitativa, será clave para la convivencia de quienes compartan espacio. Sobre todo, si tus roomies son tus mejores amigos, ¿no sería agradable terminar una amistad por cuestiones de dinero, o sí?
Si aún no sabes si ya estás preparada o preparado para este salto, te recomendamos leer Finanzas para independizarte: ¿cómo dar el primer paso?, que podrá ayudarte en esta decisión.
¿Qué tipo de roomies son?
Vivir con alguien más, que no es de tu familia, requiere de mucha comunicación y reglas. Previo a iniciar su camino a la independencia, vale la pena que platiques con cada uno de tus roomies sobre su estilo de vida, esto les será útil al crear su presupuesto y lograrán acuerdos equitativos para cada inquilino.
Ejemplo:
Vania, Marco y Manuel comparten departamento. Vania casi no se encuentra en casa, su trabajo la mantiene toda la semana fuera de la ciudad. Los días que se encuentra en casa, los ocupa para ver series, películas o andar en bici. Mientras que, Manuel y Marco, se encuentran trabajando desde casa durante la semana, les gusta cocinar todo el tiempo y los fines de semana lo ocupan para salir un rato. Al saber que sus rutinas son distintas; Vania, Marco y Manuel deciden que el pago de servicios, como el gas y la luz, pueden dividirse solo entre Marco y Manuel, mientras que Vania podría ayudarles con otros, como el internet. |
Conocer el estilo de vida y la situación actual de cada uno de tus roomies es relevante cuando se trata de fijar reglas y gastos. Con esta información será más fácil determinar el presupuesto que tendrán para su nueva vivienda, así como las características de ésta (tamaño, ubicación y condiciones).
Recuerda: la idea principal de vivir con roomies, y compartir gastos, es que todos tengan oportunidad de ahorrar.
Hagan un presupuesto juntos
Todo comienzo debe tener su presupuesto y mudarte con roomies no es la excepción. Para saber cuál será el monto que dará cada uno mes a mes, es necesario que aprendan a crear un presupuesto de gastos juntos.
Este presupuesto solo debe tomar en cuenta los servicios esenciales que requieren pagos puntuales en conjunto como: renta, gas, luz, agua, internet, entre otros que consideren necesarios.
Para estos pagos es común que se dividan entre el número de personas que habitan el lugar y tener en cuenta que, gastos fijos como la renta, no debe rebasar el 30% del ingreso de cada uno.
Ejemplo:
Fernando ya tiene a su grupo de roomies con los que piensa mudarse: Paola y Carlos. Todos decidieron alquilar un departamento con 3 recámaras; sin embargo, solo dos habitaciones cuentan con baño y vestidor propio. Al notar que los espacios son diferentes para cada uno, definieron que lo justo sería que la renta sea menor para quien se quede con la habitación que no cuenta con baño y vestidor. |
Existen muchas maneras de determinar quién pagará qué, o cómo crearán el presupuesto de gastos fijos de su nueva casa. Toma en cuenta que, si alguien gana más que otro o unos ocupan más servicios que otros, pueden determinar las cantidades a partir de porcentajes, así no habrá desventaja para nadie.
Si no sabes cómo hacer un presupuesto con tus roomies, guíate con este ebook.
¿Hacer el ’súper’ juntos o separados?
Cada integrante de tu nuevo hogar tienen necesidades y actividades especificas; sin embargo, pueden existir otras en las que coincidan, como hacer el súper.
Para este punto es relevante saber algunos detalles sobre tus roomies: qué productos son imprescindibles para cada uno, si son vegetarianos, si tienen alguna marca de café preferida. Esto es importante porque con ello determinarán si hay compras que puedan realizar en conjunto y evitar dobles gastos.
Gastos compartidos
En ocasiones, a menos que alguno de tus roomies sea vegano, intolerante a la lactosa o no le guste la leche, es recomendable que compren un solo producto para todos; en este caso, los lácteos. Así aligeran la carga de sus gastos y podrían hacer lo mismo con otras cosas de la despensa como sal, aceite, huevos, pan, entre otros.
Ejemplo:
Claudia y Daniela son amigas desde la universidad y llevan tres años compartiendo departamento. Desde que son roomies decidieron dividirse los gastos para comprar la misma marca de café, tipo de leche, jabón para manos, pasta de dientes y productos de limpieza para la casa. De esa manera, ahorran y evitan comprar doble de cada cosa. |
A menos que alguno de tus compañeros de piso adquiera sus propios artículos, lo justo es que todos contribuyan en la compra de la ‘despensa comunitaria’. Organicen y establezcan la forma en la que harán estas compras. Si dividen los gastos, además de fortalecer la convivencia entre ustedes, estarán ayudando a sus finanzas personales y evitarán los peligrosos gastos hormiga.
Gastos propios
Recuerda que, además de cubrir los gasto fijos de tu nueva casa, seguirás teniendo otros que ya asumías como la compra de ropa, productos personales, gimnasio, hobbies y viajes. Por lo anterior, es necesario que asignes una cantidad fija en tu presupuesto para cubrirlos. De esta forma, evitarás recortes a cosas que básicas para tu día a día.
En este punto puedes poner en marcha una regla muy simple; 50/30/20, la cual explica que tu ingreso debe dividirse así:
50% de tu sueldo asígnalo a gastos fijos (alimentos, pago de servicios y renta).
30% de tu sueldo a gastos personales (ropa, entretenimiento y hobbies).
20% destínalo a tu ahorro.
Ejemplo:
Leonardo quiero independizarse y gana $15,000 al mes. Aplicando la regla 50/30/20 su presupuesto podría ajustarse así: |
$7,500 – Gastos fijos
$4,500 – Gastos personales
$3,000 – Ahorro
Para lograr un menor impacto en los gastos fijos de Leonardo, una opción sería que compartiera departamento con alguien, y así, tendría mayor oportunidad de conseguir un inmueble amplio y en una zona que se adecúe a sus necesidades sin estresar su cartera. |
Poner orden en tus finanzas personales, mientras vives con tus roomies, es fácil. Solo basta tener un presupuesto y notarás la diferencia en la manera de gastar tu dinero. Si necesitas ayuda para armar el tuyo, revisa el webinar Finanzas personales e inversiones para todos.
Fondo de emergencia para roomies
Así como es importante contar con un fondo de emergencia personal, es importante que consideres en tu presupuesto una cantidad para crear el fondo de emergencia con tus roomies. Será un ‘colchón’ que les ayudará a contrarrestar cualquier contratiempo en su nuevo hogar.
Ejemplo:
Ingrid y Frida comparten departamento desde hace medio año. Y cada mes, además de la renta y sus demás gastos fijos, acordaron aportar $300 extra para el fondo de emergencia de su nuevo hogar. Esta decisión les ayudó a no utilizar tarjeta de crédito o tomar dinero destinado a otros gastos para pagar el servicio de plomería que necesitaba el departamento. |
Lo bueno de contar con un fondo de emergencia es que jamás necesitarás ‘pellizcarle’ a tus gastos fijos para cubrir estos contratiempos. Empiecen el suyo de forma fácil y exitosa con ayuda de estos puntos.
Conclusión
Rentar con roomies es aceptar la libertad de elegir a tus nuevos compañeros de vida y crear una nueva familia, la cual, tendrá sus propias reglas, responsabilidades y acuerdos.
Para hacer de esta nueva etapa, una buena experiencia, es primordial que pongas en orden tu dinero y analices si tu cartera está preparada para dar el paso. Todo ello, será clave para vivir en armonía y tranquilidad en tu nuevo hogar, y desde luego, sin preocuparte por tus finanzas personales.