Las temporadas cuando el mercado está a la baja son el momento para comprar acciones pensando en el largo plazo o pensar en posiciones cortas que tengan un retorno rápido.
Todo lo que sube en algún momento tiene que bajar y los mercados financieros nos son la excepción. Los mercados financieros pueden ir a la baja por mucho motivos.
Hay factores que pesan más que otros como los acontecimientos macroeconómicos. Es normal que los mercados presenten largos periodos a la baja, pero recuerda, es cíclico.
Si consideras que durante estas temporadas no hay mucho que hacer en la Bolsa, te equivocas.
Para los inversionistas de largo plazo estas temporadas son ideales para adquirir acciones de compañías con sólidos fundamentales a precios atractivos, para después deshacerse de estas posturas con precios más altos y obtener un rendimiento mayor.
Pero ¿qué pasa si tu panorama de inversión es de corto plazo?
Para los traders experimentados la respuesta es sencilla, en lugar de ir ‘largo’ (comprar barato y vender caro) tienen la opción de abrir posiciones cortas.
Estas posturas se conocen como short sellings (ventas en corto) y pueden ejecutarse en la Bolsa Mexicana de Valores a través de un préstamos de valores.
Imagina que tu mejor amigo tiene una moneda de colección con un precio de mil pesos, tú te metes a investigar y prevés que el precio de estas monedas caerá, así que para sacar provecho de esto te diriges a tu amigo y le pides prestada la moneda con la promesa de devolvérsela en tres meses, digamos que él accede, pero te impone una comisión de $5 por cada mes que pase.
Una vez que tienes la moneda en tus manos corres a venderla al precio en el que está cotizando, mil pesos, así, te has hecho de esta cantidad con sólo pedir prestada la moneda.
Pasado el tiempo, el precio del activo cae a MX$800, tal como lo habías previsto, en ese momento tú compras la misma moneda que te prestaron y se la devuelves al dueño, quedándote con $185 de ganancia.
¿Por qué? porque tú vendiste la moneda que te prestaron en mil pesos (recuerda, no la compraste) y luego con este dinero adquiriste el mismo activo, pero en $800, el diferencial de esto es $200, al que hay que restarle la comisión que te cobró tu amigo durante el periodo que tuviste su moneda, en este caso fueron $15, y al final tienes una ganancia ‘neta’ de $185.
En la Bolsa es prácticamente lo mismo, sólo que en este caso el rol de tu mejor amigo lo ocupa el broker y en lugar de monedas de colección, transaccionas acciones.
Además, no sólo hay comisión por el préstamo de valores, sino también las comisiones de compra-venta y los títulos o efectivo que se toman en garantía para que estas operaciones se cumplan.
No pases malos ratos
Ten cuidado con las ventas en corto ya que estas posturas por naturaleza te exponen a perder más del 100%.
En una postura larga, lo máximo que puedes perder es el 100 por ciento, ya que la caída máxima va desde el precio en que compraste, hacia el mínimo que es cero, mientras que en la venta en corto, el precio al alza no está topado y puede seguir creciendo. Analiza el ejemplo anterior.
Imagina que en lugar de bajar el precio de la moneda de colección empieza a subir y al cabo de tres meses su precio es de $2,500. Recuerda que te comprometiste a regresar la misma moneda a su dueño por lo que tendrías que pagar $1,500. ¿Por qué?, porque la moneda que te prestaron la vendiste en $1,000, pero al querer volver a comprarla, su precio subió a $2,500, por lo que tendrás que poner la diferencia de tu bolsillo. Así, el rendimiento de $1,000 a $2,500 es 150%, lo que representaría tu pérdida.
¿Qué pasa cuando la caída de una acción es mínima en la venta corta?
En estos casos, el short selling podría representarte una pérdida por las comisiones. En el ejemplo, tu mejor amigo te impuso una ‘renta’ de 5 pesos por cada mes que pasara. Entonces, si el precio del activo sólo bajó a $990 en los tres meses, tendrías una ganancia de $10, a la cual tienes que restarle los $15 de comisiones, de tal forma, el rendimiento de esa operación sería negativo.
Algunos consejos para los shorts sellings
· Arma una estrategia de entrada y salida.
· Realiza el ejercicio de una postura corta tomando en cuenta los costos y el periodo de tiempo que mantendrás la posición.
· Establece límites de pérdidas fijando, y respetando, un Stop Loss.
· Mantén tus posiciones en constante vigilancia y respeta tus stops pase lo que pase.