En ocasiones previas hemos destacado que invertir no es lo mismo que ahorrar. Ahorrar es el valiosísimo hábito que nos permitirá invertir, pero este último tiene unas características particulares.
Mientras ahorrar lo podemos entender como reservar parte de mi ingreso para utilizarlo en el futuro, invertir es procurar que este ingreso reservado crezca de manera independiente.
Bajo esta lógica puedes ahorrar debajo del colchón, más no invertir, y ese dinero nunca va a crecer solo. Podrás regresar después de unos meses, y en el mejor de los escenarios, encontrarás el dinero que habías escondido ahí.
Entendido esto, es claro que todos queremos que nuestros ahorros crezcan, que ahora trabajen ellos. No sólo para tener más, por lo menos para que no pierdan valor contra el enemigo invisible, la inflación.
¿Y cómo podemos hacer que nuestro ahorro se convierta en inversión?
Hoy en día existen una gran cantidad de instrumentos financieros que nos apoyan en esta labor. Esta necesidad de invertir es universal, y los vehículos disponibles hoy en día se adaptan a cualquier perfil, y más importante a cualquier monto.
Date la oportunidad de conocer el mundo de las inversiones, aprovecha el poder del interés compuesto y empieza hoy.