El mundo de las inversiones en ocasiones ha sido dividido en dos grandes equipos: inversionistas activos e inversionistas pasivos. Ambos estilos son efectivos, siempre que logres mantener el enfoque en el largo plazo.
El estilo que mas se adapte a tus necesidades dependerá de tu conocimiento, disposición, presupuesto, tolerancia al riesgo, entre otras.
El inversionista activo exitoso, deberá dedicar una buena parte de su tiempo al mercado, noticias corporativas, eventos macroeconómicos, diseño y ejecución de sus estrategias. Para algunos es el día a día y hemos encontrado en los mercados financieros un mundo apasionante.
El inversionista pasivo no pasa toda la sesión comprando y vendiendo acciones. Toma decisiones de manera anticipada, y las opera de manera automática, buscando aprovechar las ventajas del interés compuesto y el largo plazo.
Por su parte, no hay que confundir a un inversionista pasivo con alguien desapegado o indiferente. Recordemos que, en cuanto a nuestro patrimonio, siempre seremos responsables nosotros mismos. Si bien no todos somos expertos, y buscamos ayuda o asesoría, es nuestro deber estar al tanto de lo que pasa y evaluar nuestras decisiones de manera objetiva.