¿Existen las deudas buenas? Aunque podría parecer una contradicción, sí existen; así como las deudas malas.
La palabra deuda puede tener una connotación negativa o positiva, de acuerdo con las experiencias que hayas tenido con ellas directa o indirectamente. Sin embargo, no son necesariamente malas, ya que pueden ser una forma de alcanzar tus objetivos de manera rápida.
Lo importante es manejarlas de forma inteligente, tomar decisiones acertadas y saber identificar las deudas malas de las buenas.
Deudas malas vs deudas buenas: ¿Cómo identificarlas?
La mejor forma de analizar sí la deuda que adquieres es buena o mala para tu cartera, es simple. Basta con preguntarte y analizar el beneficio que te de dará en el largo plazo; es decir, qué tanto valor obtendrás o cómo es que ayudará a incrementar tus ingresos o mantener en buena salud tus finanzas personales.
Deudas buenas
Las deudas buenas son aquellas que se utiliza para pagar algo que generará valor a largo plazo, aumentará tu patrimonio, o bien, te ayudará a generar más ingresos.
Ejemplos de deudas buenas
Natalia es una fotógrafa que trabaja de forma independiente. Sus herramientas de trabajo diario son su cámara y laptop. Sin embargo, en su última sesión fotográfica, la cámara falló y no pudo continuar trabajando. Al no cubrir de forma completa el costo de una nueva cámara, con su fondo de emergencia, decidió utilizar la tarjeta de crédito para comprarla y pagarla de forma paulatina, sin afectar su presupuesto. Además, aprovechó los meses sin interés que ofrecía la tienda. |
La situación de Natalia puede clasificarse como deuda buena, ya que le ayudará a aumentar el valor de esta compra con el tiempo, gracias a los ingresos que generará con su nueva cámara.
Otra forma de identificar una deuda buena es analizando tu capacidad de pago con una sencilla fórmula, la cual nos explica que cualquier compra o crédito que busques no debe rebasar del 30% al 40% de tus ingresos mensuales.
Fórmula |
Capacidad de endeudamiento = (Ingresos totales – Gastos fijos) x 0.40 |
Aplicando la fórmula anterior, imagina que la computadora que utilizas para el trabajo diariamente, necesita ser reemplazada. Sin embargo, antes de hacer la compra debes conocer tu capacidad de endeudamiento.
Ahora, supongamos que tu ingreso mensual al mes es de $15,000 y tus gastos fijos son $12,000. Siguiendo la fórmula explicada arriba, tu capacidad de endeudamiento sería de $1,200.
Capacidad de endeudamiento = ($15,000 – $12,000) x 0.40 |
Capacidad de endeudamiento = $3,000 x 0.40 |
Capacidad de endeudamiento = $1,200 |
Si quieres saber más acerca de la capacidad de pago, sugerimos complementar este punto consultando el artículo ¿Cómo evitar deudas y problemas financieros?
¿Tener una hipoteca es una deuda buena?
Otro ejemplo de deuda buena, es cuando planeas adquirir una hipoteca. Ya que suelen tener tasas de interés bajas en comparación con las tarjetas de crédito; además, puedes aprovechar la plusvalía que acumula a lo largo del tiempo y sobre todo estarás aumentando tu patrimonio. Sin embargo, existen ciertas consideraciones que debes tomar en cuenta al solicitar un crédito de este tipo.
Lo primero que debes hacer es un diagnóstico de tu situación financiera. Es importante que analices a profundidad tus finanzas personales, piensa si tienes un trabajo estable, si cuentas con ahorros o los ingresos necesarios para dar el enganche inicial y si estás preparada o preparado para un compromiso de este tipo.
Si está entre tus planes comprar una casa o un departamento, los créditos hipotecarios pueden ser tu aliado. Conoce más acerca de ellos en nuestro artículo Créditos hipotecarios: ¿Qué son y cómo elegir uno?
Deudas malas
Las deudas malas puedes distinguirlas por no generar ganancias, es decir, se trata de artículos o bienes que compras, pero que no son necesarios para tu día o día. Además, tienen corta duración o se deprecian rápidamente.
Ejemplos de deudas malas
Sin un ahorro previo o presupuesto destinado para sus vacaciones, Erik y Mariana decidieron pagarlas con su tarjeta de crédito. La oferta de la agencia de viaje les fue muy atractiva, por lo que olvidaron hacer el cálculo de su capacidad de pago. Al no tener esa información, Erik y Mariana podrían encontrar dificultades al ajustar sus gastos fijos y los pagos de su tarjeta en el presupuesto de los siguientes meses. |
Otra forma de diferenciar las deudas malas es cuando destinas más del 30% o 40% de tus ingresos en pagos. Esto puede ocurrir cuando existe un mal manejo de las deudas buenas, ocasionando que se rebase tu capacidad de pago.
David siempre llega sin mucho dinero al final del mes, por lo que utiliza continuamente su tarjeta de crédito como una extensión del sueldo. Esto lo ha llevado a tener una gran cuenta que pagar, y como cada mes sucede lo mismo, planea solicitar un préstamo para pagar la tarjeta. Esta decisión, hace que David esté creando un ciclo de endeudamiento. |
¿Cómo evitar deudas malas?
En general, evitar deudas no siempre será posible, pero si aprendes manejarlas a tu favor podrían darte el empujón financiero que buscas. Quizá puedan resultar el camino más fácil en ese momento complicado, pero es importante que siempre busques otras alternativas que te ayuden.
Para evitar que las situaciones inesperadas afecten tu cartera, es importante que comiences a construir tu fondo de emergencia.
Un fondo de emergencia es un ahorro independiente a tus metas financieras. Éste te ayudará en caso de algún imprevisto como desempleo, situación médica o contratiempos que ocurran en tu casa. De esta forma no ocuparás el dinero que tienes destinado para tus pagos regulares, como la renta o comida. |
Antes de cualquier otra meta financiera, debe ser prioridad crear este fondo de emergencia. Puedes comenzar juntando un montó pequeño que cubra tus gastos de un mes o dos. Aunque es recomendable que este fondo cubra de 6 a 12 meses de tu sueldo.
Si no sabes por dónde empezar ahorrar dinero y construir tu fondo de emergencia, te recomendamos revisar nuestro articulo: Fondo de emergencia: lo que necesitas para construirlo. Así dependerás de tu propio dinero ante cualquier eventualidad y te despedirás, una vez por toda, de las deudas malas.