Seguramente, en tu vida cotidiana has escuchado frases como ‘ese bien es propiedad de tal persona’, ‘ese señor es dueño de muchos bienes’ o incluso tú te has referido a algunas cosas como ‘bienes’. Pero, ¿tienes claro por qué se habla en cada uno de esos casos de un ‘bien’? ¿Sabías que estamos rodeados por tipos de bienes económicos?
En este artículo te explicamos qué elementos son fundamentales para que algo se defina como un bien, cuáles son los tipos de bienes económicos que existen, por qué su clasificación puede ser tan variada. Y también cómo el hecho de tener clara esta información puede servirte para manejar tus finanzas personales o emprender tu camino como inversionista.
¿Qué son los bienes?
Los bienes son los elementos materiales e inmateriales que brindan valor o utilidad a quien los posee. Por lo general, tienen un valor económico en el mercado que depende de la demanda, y satisfacen directa o indirectamente determinada necesidad de los individuos que los adquieren.
Los bienes pueden ser adquiridos por los integrantes de una sociedad. En el área de mercado se pueden intercambiar por dinero (mediante la compra o venta) o por otros bienes (por intercambio o canje). Su valor puede variar con el tiempo y dan un beneficio cuando se consumen o se obtienen.
Además, pueden ser perceptibles o no, pueden ocupar un espacio físico o no, ser reales o abstractos, tangibles o intangibles. Los bienes son de utilidad para el ser humano y también pueden formar parte de su patrimonio.
Tipos de bienes y su clasificación
La clasificación de los bienes es muy amplia y puede variar debido a las particularidades que estos tengan, su función, relación con otros bienes, elaboración, durabilidad, entre otros elementos.
Es importante que sepas que existe la posibilidad de que un bien ocupe más de una categoría, debido a las múltiples características que puede tener y la necesidad que satisface.
Los diferentes tipos de bienes, de acuerdo con las categorías en las que se agrupan, son bienes según: su grado de escasez, grado de transformación, la renta de las personas, la facilidad de acceso, funcionalidad, y bienes de derecho civil.
Veamos a continuación, en qué consisten cada uno de ellos, cómo se dividen y un ejemplo para que aprendas a reconocerlos:
Bienes según su grado de escasez:
Aquí están englobados aquellos que pueden ser escasos o limitados desde el punto de vista de su uso. En ese caso se dividen en bienes libres y bienes económicos.
– Bienes libres
Son de acceso ilimitado porque no se necesita un proceso de producción o transformación para poder obtenerlo. Un ejemplo de bien libre es la luz solar.
– Bienes económicos
No todo el mundo puede acceder a ellos debido a sus características. También se pueden definir como aquellos que, contrario a los libres, se deben adquirir en el mercado pagando un precio por ellos y así poder satisfacer de forma directa o indirecta una necesidad. Por ejemplo, el gas.
Bienes según grado de transformación:
En esta categoría están los que requieren procesos productivos para poder crear otro tipo de bienes: bienes intermedios y bienes finales.
– Bienes intermedios
Se utilizan como materia prima durante los procesos productivos para obtener otros bienes que pueden ser tanto intermedios como finales. Por ejemplo, el acero se utiliza para la producción de otros bienes como las vigas.
– Bienes finales
Fueron producidos para ser utilizados por el consumidor final y satisfacer una necesidad determinada. Estos bienes no requieren de transformaciones posteriores una vez que son procesados. Por ejemplo, una hoja.
Bienes según la renta de las personas:
Acceder a ellos depende de la cantidad de dinero que se disponga. Esta capacidad de compra influye en la clasificación de estos bienes en dos categorías: bienes normales y bienes inferiores.
– Bienes normales
La mayoría de los bienes son normales. A medida que aumenta la renta de las personas, se incrementa su demanda. Se dividen en:
- Bienes de lujo o superiores: la demanda crece con más rapidez, conforme se incrementa la renta de los consumidores. El precio no es un problema, más bien se desea pagar más por tener exclusividad. Ejemplo, una camioneta último modelo.
- Bienes de primera necesidad: por lo general, su demanda se mantiene constante o, incluso, es de menor proporción si la renta aumenta. Ejemplo, arroz.
– Bienes inferiores
Su demanda disminuye mientras la renta de los consumidores se incrementa, debido a que son cambiados por otros de mejor calidad. Ejemplo, un auto usado.
Dentro de los bienes inferiores están los llamados bienes Giffen, los cuales son deseados por los consumidores en mayor cantidad a medida que el precio de este aumenta, pero si desciende, el consumo también disminuye. Por ejemplo, la harina.
Bienes según la facilidad de acceso:
Estos entran en la categoría del derecho administrativo y tienen que ver con la forma y la posibilidad de acceder a ellos. Se clasifican en: bienes públicos, bienes comunes, bienes privados y bienes de propiedad privada.
– Bienes públicos
Todos pueden acceder a ellos, sin mayor restricción, porque no son propiedad de nadie o son del Estado. Pueden ser consumidos o utilizados por todos los integrantes de una comunidad o sociedad, sin excluir a nadie. Por ejemplo, los espacios de una plaza son de uso público.
– Bienes comunes
En ellos no hay exclusión al momento del consumo; es decir, todos pueden utilizarlo y obtener un beneficio. Por ejemplo, el medio ambiente.
– Bienes privados
Tienen un dueño (persona o institución privada) que puede acceder a ellos y disfrutarlos de forma exclusiva, porque al comprarlo obtuvo un título de propiedad. Por ejemplo, una vivienda.
Entre las características de los bienes privados están: la posibilidad de que sus propietarios puedan hacer con ellos lo que deseen, debido a que tiene total libertad sobre el bien; la necesidad de pagar un precio por ellos, y que pueden ser vendidos.
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– Bienes de propiedad privada
Pertenecen a una persona, un colectivo o empresas, pero pueden ser utilizados por el público general. Por ejemplo, una posada.
Bienes según funcionalidad:
Tiene que ver con su uso o utilidad. Se dividen en dos tipos: bienes de consumo y bienes de inversión.
– Bienes de consumo
Aquí están incluidos los bienes que utilizamos habitualmente. Por ejemplo, el automóvil o el transporte público. Los bienes de consumo se dividen en:
- Perecederos: una vez consumidos, dejan de existir. Por ejemplo, las bebidas.
- Duraderos: se pueden consumir o usar varias veces gracias a su durabilidad. Por ejemplo, un teléfono.
– Bienes de inversión o bienes de capital
Sirven para obtener un beneficio posterior gracias a su uso. Por ejemplo, una póliza de seguros. Los bienes de inversión o de capital también se usan para llevar a cabo el proceso de producción. Es importante que no se confundan con los bienes intermedios porque la duración y el consumo son distintos.
Mientras los bienes de capital no dependen tanto de los ciclos de producción y tienen un tiempo de vida más largo (por ejemplo, la maquinaria de una fábrica o empresa), los bienes intermedios sí serán transformados durante el proceso para poder obtener un bien de consumo.
Bienes de derecho civil:
En este caso encontramos los bienes más conocidos en la sociedad. Se dividen en bienes corporales (tienen materia, cuerpo, y pueden percibirse con los sentidos) e incorporales (son subjetivos y no físicos como los derechos).
Los corporales se dividen a su vez en: bienes muebles, bienes inmuebles, bienes fungibles, bienes no fungibles, bienes sustitutivos y bienes complementarios.
– Bienes muebles
Pueden trasladarse de un lado a otro, manteniendo su integridad. Por ejemplo, una obra de arte.
– Bienes inmuebles
No pueden trasladarse de un lugar a otro porque tienen una ubicación fija. Por ejemplo, un edificio.
– Bienes fungibles
Desaparecen en el primer uso para quien lo tiene, pero luego alguien lo recibe. Por ejemplo, un billete.
– Bienes no fungibles
No pueden ser reemplazados por otros similares y no desaparecen por su uso. Por ejemplo, una dirección de correo electrónico.
– Bienes sustitutivos
Satisfacen la misma necesidad que otro bien, así que puede reemplazarlo, aunque sus características o precios no sean similares. Por ejemplo, una moto y un coche.
– Bienes complementarios
Deben utilizarse con otros bienes al mismo tiempo para poder satisfacer la demanda del consumidor. Por ejemplo, un teléfono y su cargador.
¿Por qué conocer sobre bienes te da ventaja como inversionista?
El conocimiento que tengas sobre los bienes puede ayudarte a ampliar tu visión sobre lo que te rodea, saber el valor que tienen y afinar tu olfato para hacer mejores inversiones. Aprender sobre ellos te puede ayudar a entender mejor cómo funciona la economía.
Además, puedes usar esa información para diversificar tu portafolio de inversionista y, mejor aún, para que al momento de reinvertir tus rendimientos, puedas hacerlo en otro tipo de inversiones. Esto te puede ayudar para que, en un futuro, puedas hacer crecer tu patrimonio, si superas una serie de variables que están involucradas en el proceso.
Recuerda que la información es poder para cualquier inversionista. Mientras más sepas cómo funcionan los diferentes sectores y sus actividades económicas, más ventajas tendrás al momento de decidir dónde poner tu capital. Para seguirte formando en temas de inversión y economía te invitamos a visitar nuestra sección GBM+ Academy. Aprende y emprende en el camino de las inversiones con seguridad y conocimiento.
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